A nivel global, Reino Unido supone un mercado total para el vino importado de 3.700 millones de euros y 1.417 millones de litros a un precio medio de 2,61 euros/litro. En el caso de España, las importaciones ascienden a 275,7 millones de euros y 126 millones de litros a un precio medio de 2,19 euros/litro, según los datos dados a conocer por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) relativos al interanual de octubre de 2020.
En concreto, los principales proveedores del mercado británico son Francia (32,4% del valor total), Italia (20,7%), Nueva Zelanda y Australia con el 8%, España (7,4%), Chile (6,4%) y EEUU (6,1%). Juntos, suponen el 85,5%% del total de las importaciones británicas en valor.
Según datos de las aduanas británicas, las compras de vino a España han disminuido en octubre por debajo de los 280 millones de euros, tras un fuerte crecimiento durante la pandemia, pero después de que cayeran mucho nuestras ventas desde el máximo de 333 millones de euros en marzo del 2016.
También en volumen octubre ha sido un mal mes, tras una primavera y verano de buena recuperación. Caen a los 126 millones de litros, todavía por encima de los 123 millones de litros que registraba España a principios de año, pero muy por debajo de los 144 millones de litros que alcanzó antes del referéndum del Brexit (junio 2016) y los más de 147 millones de litros del 2011.
La buena subida de la primavera y verano de este año en las ventas de vinos españoles a Reino Unido vino acompañada de una disminución del precio medio, que ha pasado de los 2,35 euros/litro de principios del 2019 a los 2,16 euros/litro de septiembre y subiendo en octubre a 2,19 euros/litro.
Para España, el mes de octubre ha sido especialmente negativo, tanto en valor donde la caída del 37% en las ventas del mes superan la pérdida del 30% general del mercado, aunque se sitúan por debajo de la gran caída de Italia (-42%), como en volumen, donde las ventas de vinos españoles cayeron en el mes un terrible 44%, que es el doble de la perdida global del mercado (-21%) e incluso más que la fuerte pérdida que registra Italia (-33%). En todos los casos, comparando con un octubre del 2019 que fue especialmente bueno.