Osborne cierra 2023 con unas ventas netas de 248 millones de euros (frente a los 245 del año anterior) y un Ebitda de 39 millones de euros (frente a 38,6 de 2022). Estas cifras consolidan los excelentes resultados que se alcanzaron en 2022 y confirman la buena trayectoria mostrada por la compañía en los últimos años.
La ralentización del consumo -que se hizo evidente en 2023 a nivel global- no ha lastrado por tanto las cuentas anuales de la compañía. Los buenos resultados, logrados en este entorno adverso, son consecuencia de la fortaleza mostrada por las marcas y de la anticipación en el control de las inversiones y los gastos operativos, según ha destacado la compañía.
En el mercado español, continuando con la trayectoria de ejercicios anteriores, Osborne reforzó la cuota de mercado de sus principales marcas apoyándose en su modelo comercial integrado y su propuesta diferencial al cliente.
2023 ha sido también un año de consolidación para el negocio internacional, en unos mercados caracterizados por la volatilidad y atonía del consumo. La venta neta igualó la de 2022, a pesar del impacto negativo de los tipos de cambio, gracias al foco en las marcas estratégicas y a la diversificación y expansión hacia nuevos mercados y canales.
En paralelo a la gestión de los resultados del ejercicio, Osborne cumplió ya en 2023 con gran parte de los retos fijados en el Plan Estratégico 2022-2024. En concreto, se logró la consolidación del relevo en la presidencia del grupo; la aceleración de la transformación digital, impulsada por la implantación exitosa de un nuevo ERP que simplifica las operaciones y que proporcionará ahorros en los próximos años; los avances en la premiumización, internacionalización y rejuvenecimiento de las marcas estratégicas, complementados por la puesta en marcha de un plan de innovación y lanzamientos; la consolidación del modelo comercial, ofreciendo una propuesta única al cliente apoyada en la fortaleza y diversidad del portafolio; la puesta en marcha de planes de inversión ambiciosos en distintos centros productivos –Jabugo, El Puerto de Santa Maria, Riofrío- para modernizarlos y asegurar el cumplimiento de requisitos regulatorios a nivel internacional; los planes de RRHH orientados a promover la atracción, retención y desarrollo del talento y a asegurar los planes de sucesión en puestos clave y el impulso a todos los planes de sostenibilidad y específicamente a la actividad social de la Fundación Osborne.
En palabras de Sofía Osborne, presidenta de la compañía, “Osborne ha cerrado 2023 con una ligera mejora de ventas, ebitda y beneficio neto, y con un balance reforzado, lo que nos permite abordar retos más ambiciosos de crecimiento orgánico e inorgánico en los próximos años. Todo lo anterior ha sido posible gracias al esfuerzo de toda la compañía, empezando por el consejo de administración, siguiendo por el comité de dirección y terminando por todos y cada uno de nuestros trabajadores”.
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