La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) considera que muchas familias aprovecharan las rebajas de verano para afrontar la compra de productos que tuvieran pendiente, como es el caso de ropa y calzado.
Y es que, la organización recuerda que aunque el precio del vestido y el calzado ha bajado un 0,8% en lo que va de año, el IPC ha seguido subiendo. En concreto, un 1,7% desde enero, lastrando de forma preocupante la solvencia familiar: tres de cada cuatro familias viven al día, es decir, sin capacidad de ahorro. Una dificultad que también se traslada a la compra de ropa, un gasto difícil de afrontar para el 42% de los hogares.
En cualquier caso, OCU recuerda que en rebajas se reducen los precios, no los derechos: las garantías de un producto con descuento son las mismas que las de uno no rebajado.