Oxford Economics y JDM Retail, han elaborado un informe que recoge cuál es la mejor ubicación en Europa para el crecimiento de las marcas de retail y entre las 30 ciudades más destacadas se encuentran Madrid y Barcelona.
El ránking se ha elaborado a partir de tres indicadores (el tamaño del mercado, el potencial de crecimiento del gasto y las perspectivas de crecimiento futuro y la solidez del entorno empresarial) y París y Londres se alzan como las dos ciudades europeas más atractivas para las marcas.
Estas ciudades ofrecen mercados amplios, un gran dinamismo económico y un entorno empresarial sólido, factores que las sitúan en la cima del European Retail City Index. En concreto, con una puntuación de 79 sobre 100, París lidera la clasificación al captar más gasto que Londres, que obtuvo 78 puntos. La capital francesa sobresale por su alto potencial de crecimiento del consumo, mientras que Londres cuenta con un entorno empresarial más favorable. Ambas ciudades se benefician de la presencia de marcas internacionales y de una estructura urbana que impulsa el consumo tanto en el centro como en sus alrededores.
Detrás de París y Londres, Berlín aparece en tercer lugar, siendo considerada una ciudad polifacética y bien posicionada en las tres categorías analizadas en el estudio. Copenhague y Dublín sorprenden al presentar resultados superiores a su tamaño de mercado, gracias a su rápido crecimiento económico y a un entorno empresarial favorable. Por otro lado, Milán, aunque es uno de los principales polos del lujo en Europa, enfrenta desafíos relacionados con la gobernanza y una población envejecida.
Madrid y Barcelona
En el caso de España, Madrid se posiciona bien entre las grandes ciudades europeas, mientras que Barcelona enfrenta desafíos que limitan su desempeño en el ranking.
El informe señala que Madrid, en cuarto lugar, destaca como un mercado relevante para el comercio minorista, beneficiándose de un volumen significativo de gasto disponible y de una estructura empresarial relativamente estable. Sin embargo, Barcelona, a pesar de ser uno de los principales centros de compras del sur de Europa, ocupa solo la 20.ª posición en el índice general.
La ciudad catalana se ve afectada por factores como un entorno empresarial menos favorable y un crecimiento económico menos dinámico. Además, el estudio señala la inestabilidad política relacionada con el movimiento independentista, situación que podría estar afectando las decisiones de inversión de grandes marcas internacionales, que buscan entornos más previsibles y estables para expandir sus negocios.
Por último, el informe resalta que en el caso concreto del comercio minorista, se observa una contracción de las zonas prime en toda Europa y una mayor división entre centros primarios y secundarios. No obstante, con una inflación más estabilizada y unos tipos de interés que siguen bajando, los autores se muestran optimistas e indican que el crecimiento económico en Europa debería acelerarse durante los dos próximos años por el fortalecimiento del gasto de los consumidores, que a su vez apoyará una aceleración del crecimiento de las ventas minoristas.