En los últimos años, los hábitos de compra de los consumidores han evolucionado en un entorno económico cada vez más exigente, donde ahorrar se ha convertido en una prioridad para la mayoría de los hogares. En este contexto, los consumidores sénior destacan por su preferencia por las compras diarias y por una forma de ahorro más espontánea, guiada por las ofertas y promociones disponibles, que les permite ajustar su cesta de la compra sin renunciar a la calidad ni a la cercanía.
Así lo revela la segunda edición del estudio “Tu Bolsillo al Día”, elaborado por los supermercados Dia, que analiza las tendencias de consumo y las estrategias de ahorro de los hogares españoles. Entre sus principales conclusiones, destaca que cuatro de cada diez consumidores mayores de 55 años realizan compras diarias según su necesidad (45%), frente a un 36% que lo hace semanalmente, confirmando la tendencia hacia cestas más pequeñas y recurrentes como estrategia de ahorro.
La tienda física sigue siendo el punto de referencia para los consumidores sénior, que buscan ahorrar y optimizar su presupuesto familiar. El 68% asegura que ahorra más cuando compra en persona, frente al 5% que considera más ventajosa la compra online y un 27% que no nota diferencias. Entre quienes prefieren la tienda física, el 43% destaca que les permite comprar solo lo necesario, el 35% señala que les ayuda a organizar mejor las comidas y el 22 % valora la facilidad para aprovechar promociones. Esta preferencia refuerza el papel de la proximidad, la confianza y la planificación en el modelo de compra de este grupo.
Aunque los consumidores sénior son tradicionalmente más planificadores, el estudio muestra que casi la mitad (46%) ahorra de forma espontánea, guiándose por las ofertas del momento, mientras que un 29% sigue una estrategia completamente planificada.
A la hora de escoger la tienda en la que realizar su compra, el precio continúa siendo el principal factor de fidelización para los consumidores sénior (71%), por delante de la proximidad al domicilio (58%) o las ofertas puntuales (46%). Además, más de la mitad (53%) afirma variar de supermercado según el tipo de producto, evidenciando una actitud cada vez más selectiva y comparativa en la búsqueda del ahorro.
Estrategias de ahorro
A pesar de que muchos consumidores confiesan dejarse llevar por la espontaneidad a la hora de hacer la compra, el estudio revela que son también quienes mejor combinan la planificación y el aprovechamiento de oportunidades. Seis de cada diez (61%) comparan precios entre supermercados y la mitad (51%) aprovecha productos en oferta para almacenarlos a largo plazo. Otros optan por planificar los menús (26%) o elegir productos de marca propia (27%) como herramientas para reducir el gasto.
Las promociones se consolidan como el principal recurso de ahorro: los descuentos directos y las ofertas 2×1 o 3×2 (57%) son las más valoradas, seguidas de los cupones personalizados (43%) y las tarjetas monedero (32%), que ayudan a optimizar cada euro de la cesta.
En línea con este interés por las ofertas personalizadas, los programas de fidelización ganan peso en la decisión de compra: un 68% de los consumidores los considera importantes y un 17% los prioriza como factor clave de elección.
La marca propia y los productos de temporada, aliados del ahorro sénior
La marca propia se confirma como uno de los pilares del ahorro para los consumidores sénior. El 57% afirma que comprar productos de marca de distribuidor les ayuda a reducir el gasto y cerca de la mitad considera que les permite ahorrar entre un 10 y un 25% en su compra anual.
Entre los motivos que explican esta preferencia destacan su precio competitivo (53%) y una calidad comparable o superior a las marcas de fabricante (37%). Esta percepción refuerza la confianza de los consumidores sénior en la marca Dia, que combina precio, calidad y variedad en un surtido equilibrado que ofrece libertad de elección.
Los productos frescos y de temporada también desempeñan un papel clave en las estrategias de ahorro: el 71% de los séniors los elige por su mayor accesibilidad económica, un 43% compra en menor cantidad para evitar el desperdicio alimentario y un 40% aprovecha las ofertas en productos perecederos.