Los pequeños placeres se han convertido en una tendencia clave en la categoría de helados. Ya no se trata solo de un postre, sino de una forma de romper con la rutina y disfrute diario, tal y como destaca Mae Batista, Marketing Manager Magnum + Ben & Jerry’s & In Home Ice Cream Lead Spain.
En este sentido, el nuevo lanzamiento de Bonbon “encarna esta nueva forma de consumir helado: un capricho sofisticado, disponible en cualquier momento del día, que rompe con la estacionalidad y convierte el helado en un placer atemporal. Desde una pausa a media tarde hasta una noche de sofá, Bonbon está diseñado para acompañar esos momentos cotidianos con una dosis de placer”, explica la responsable de la marca en una entrevista exclusiva a la Revista Digital de Financial Food.
En cuanto al motivo de Magnum para dar el salto al formato snack, Mae Batista explica que “Magnum Bonbon nace como respuesta a una evolución en los hábitos de consumo: los consumidores buscan cada vez más formatos prácticos, versátiles y adaptados a su ritmo de vida. Con Bonbon, Magnum lleva el snacking al siguiente nivel, ofreciendo una experiencia indulgente en formato bite, ideal para disfrutar en cualquier momento del día y en cualquier época del año. Este lanzamiento representa un paso natural en nuestra estrategia de innovación, permitiéndonos entrar en una nueva categoría sin renunciar a nuestra esencia de placer y sofisticación”.
“Bonbon se posiciona como una extensión premium y disruptiva dentro del universo Magnum. Es nuestra primera incursión en el formato snack, lo que nos permite ampliar nuestra propuesta de valor y explorar nuevos momentos de consumo. Este producto es el resultado de más de cinco años de desarrollo por parte de nuestros expertos, que han trabajado para lograr una experiencia multisensorial única: helado cremoso, salsa envolvente y el inconfundible chocolate crujiente de Magnum. Bonbon es una pieza clave en nuestra estrategia de innovación, diseñada para transformar cualquier pausa en un momento de auténtico placer”, añade.
El desarrollo del nuevo producto ha llevado más de cinco años, “uno de los principales retos fue miniaturizar la experiencia sensorial de un helado Magnum clásico en un formato de bocado, sin perder su textura cremosa ni su icónica cobertura de chocolate crujiente. A nivel técnico, esto implicó rediseñar casi al completo los procesos de producción. Otro desafío clave fue garantizar que cada bocado “crujiente” mantuviera su integridad durante toda la cadena de frío, desde la fábrica hasta el consumidor. Para ello, se implementaron líneas de producción automatizadas capaces de fabricar 200 millones de unidades al año, con ayuda de inteligencia artificial y robótica avanzada”, explica Batista que señala que “entre los hitos más destacados, resaltaría la creación de una formulación que no se derrite rápidamente en la mano, el diseño de un envase compartible de 12 unidades pensado para el consumo social, y la rápida adaptación a las preferencias de la Generación Z, que busca indulgencia en formatos más pequeños y controlados”.
“En definitiva, Magnum Bonbon representa una evolución en la forma de disfrutar el placer de un Magnum, combinando ciencia, calidad, sostenibilidad y diseño centrado en el consumidor”, destaca.
Puedes leer la entrevista completa en la Edición de Junio de nuestra Revista Digital.