Mantener un hogar no suele ser barato. Conlleva ciertos gastos que incluyen desde la luz hasta los alimentos. Solo estos últimos implican el 15% del gasto total en los hogares europeos, pues el aumento de precios que han experimentado en los últimos meses ha repercutido enormemente tanto en los fabricantes y los proveedores como en los clientes.
Según los cálculos de Eurostat, la Oficina Estadística de la Unión Europea, en 2020 el 25,7% del gasto de los hogares de la Unión Europea, es decir, más de una cuarta parte del total, fue destinado a pagar la vivienda, el agua, la electricidad, el gas y otros combustibles. Esto representó un aumento de 2,2 puntos porcentuales en comparación con 2019. Por su parte, los alimentos y bebidas no alcohólicas crecieron 1,8 puntos porcentuales, mientras que el mobiliario y equipamiento del hogar aumentó 0,5 puntos porcentuales.
Estos aumentos son derivados en gran parte de las medidas de bloqueo y control de la movilidad ocasionados por la pandemia del Covid-19. Las restricciones también tuvieron un gran impacto sobre los restaurantes y hoteles (-2,7 puntos porcentuales), el transporte (-1,5 puntos porcentuales) y el ocio y la cultura (-0,9 puntos porcentuales).