Lidl refuerza su compromiso con el productor y proveedor de Castilla-La Mancha. En 2020, y pese a las dificultades sanitarias y económicas provocadas por la pandemia, la cadena de distribución alimentaria aumentó más de 40 millones de euros su volumen de compras de productos de la comunidad hasta alcanzar los 260 millones de euros, un 19% más que en 2019, año en el que invirtió 218 millones.
La cadena de supermercados trabaja de forma continuada con más de 30 proveedores de Castilla-La Mancha, a los que adquiere, entre otros productos, distintas variedades de quesos, vinos, frutas y verduras y, en algunas ocasiones, artículos con denominación como el queso manchego y la Berenjena de Almagro.
Estas referencias se comercializan en las más de 630 tiendas de Lidl en España y en su red de más de 11.550 establecimientos en una treintena de países de Europa, siendo una de sus principales plataformas de exportación. En concreto, el 26% de lo que Lidl compra en Castilla-La Mancha se exporta y, gracias a Lidl, los artículos de esta región se venden también en tiendas de Londres, Berlín o Praga.
Lidl está presente en Castilla-La Mancha con cerca de 20 establecimientos y cuenta con una plantilla de más de 400 empleados. Gracias a su actividad, la compañía genera un impacto en el PIB de la comunidad de cerca de 270 millones de euros anuales (un 0,6% del total), y es responsable de más de 5.700 empleos, entre directos, indirectos e inducidos (un 0,69% del total), según un estudio de la consultora PwC.