Guillermo Sagnier y Eduard Bonet, socios responsables de consumo y retail de Simon-Kucher & Partners, estiman que “seguiremos viendo subidas de precio en los próximos meses y que es posible que se empiece a constatar una contracción en la demanda obligando a generar una nueva estrategia de confrontación de precios y activación de promociones entre los distribuidores.”
Los expertos afirman que los niveles de inflación extraordinarios actuales se mantendrán durante los próximos dos años, como mínimo, por el efecto dominó entre costes de producción, precio de los productos y salarios. El riesgo que corren las empresas es de gestionar las subidas de precio de forma pasiva, tardía y poco diferenciada perdiendo a la vez margen financiero y la confianza del cliente.
Los fabricantes reaccionaron relativamente rápido y con éxito a la presión inflacionista. “Sin embargo, en países como Estados Unidos las principales compañías reaccionaron con mayor agilidad. En un primer momento, la distribución mostró una posición de rechazo frente a las subidas, pero en poco tiempo asumió la necesidad de acompañar el incremento de costes para proteger su rentabilidad”, aseguran los expertos.
Por su lado, Ignacio Gómez, socio responsable de industria y servicios, expresa que en su sector se están viendo todo tipo de situaciones. “Desde compañías que están absorbiendo las subidas de costes (materias primas, energía y logística) reduciendo peligrosamente sus márgenes, hasta casos en los que se está trasladando el 100% de los incrementos de coste”.
Este decalaje lo achaca a la “falta de sistemática y eficiencia en los procesos de revisión de precios, falta de conocimiento sobre las tendencias del mercado y las obligaciones contractuales que retrasan la ejecución real”. Afirma que “en el sector no existe un claro consenso sobre cómo evolucionará el coste de las materias primas, el coste energético y los costes logísticos.