El Observatorio Cetelem ha presentado una nueva edición de su informe zOOm Intención de gasto en la vuelta al cole 2025, que radiografía el comportamiento de los consumidores españoles en el inicio del próximo curso escolar. El estudio revela que el gasto medio previsto por las familias se sitúa en 425 euros, con diferencias según edad, etapa educativa y capacidad de adaptación de los hogares a la inflación.
Más de la mitad de los españoles (54%) mantendrá el mismo presupuesto que el año anterior, mientras que un 27% reconoce que reducirá su desembolso. Dentro de este grupo, el 50% se acogerá a planes de préstamo de libros, un 40% reutilizará materiales de cursos anteriores y un 34% recurrirá a productos de segunda mano.
En contraste, un 20% de los encuestados declara que aumentará su gasto. De ellos, el 74% atribuye la subida al incremento de precios, mientras que la mitad indica que necesitará adquirir más libros y materiales. Además, un 9% vincula este mayor presupuesto al crecimiento de la familia y un 3% a la renuncia al sistema de préstamo de libros.
El 41% de los españoles consultados afirma tener hijos escolarizados, con mayor peso entre las franjas de 40 a 44 años (60%) y de 45 a 49 años (63%). En cuanto a etapas educativas, un 42% de los menores cursará primaria, un 27% secundaria y un 24% infantil. Le siguen bachillerato (14%) y guardería (11%).
La red pública concentra la mayor parte de la demanda escolar, con un 69% de los alumnos, seguida de la concertada (23%) y la privada (13%).
Las prioridades de compra se mantienen en línea con años anteriores. El 85% de los consumidores prevé adquirir material escolar, seguido del 70% que comprará libros y el 68% que invertirá en ropa. Destaca también el 14% de familias que planea destinar parte del presupuesto a dispositivos informáticos y electrónicos, reflejo de la creciente digitalización en la enseñanza.
El informe pone de relieve cómo la inflación sigue condicionando el gasto de los hogares. Si bien una parte de las familias intenta contener el presupuesto mediante préstamos de libros, reutilización o segunda mano, otra se ve obligada a asumir un desembolso superior como consecuencia del encarecimiento de materiales y equipamiento escolar.
El resultado es un escenario de consumo polarizado, en el que conviven estrategias de ahorro con un gasto forzado al alza, que impactará directamente en categorías clave del retail como papelería, textil infantil, librerías y equipamiento tecnológico.