Las perspectivas iniciales sobre la producción mundial de cereales en 2022 apuntan ahora a un probable descenso, el primero en cuatro años, hasta los 2.784 millones de toneladas, es decir, 16 millones de toneladas menos que la producción récord estimada para 2021, de acuerdo con la última nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales.
Se prevé que el maíz sufra la mayor disminución, seguido del trigo y el arroz, mientras que es probable que la producción de cebada y sorgo aumente. Las previsiones se basan en la situación de los cultivos ya plantados y las intenciones de siembra en relación con los que todavía deben plantarse.
Se prevé que la utilización mundial de cereales también disminuya marginalmente en 2022/23, en un 0,1% respecto de 2021/22 aproximadamente, y se sitúe en 2.788 millones de toneladas, lo que representaría la primera contracción en 20 años. La disminución obedece principalmente al descenso previsto del uso de trigo, cereales secundarios y arroz como piensos, mientras que se prevé que el consumo dietético mundial de cereales aumente al ritmo de las tendencias demográficas mundiales.
Ademas, se estima que el comercio mundial de cereales disminuya en un 2,6% respecto del nivel de 2021/22, situándose en 463 millones de toneladas, su nivel más bajo en tres años, pese a que las perspectivas para el comercio internacional de arroz siguen siendo positivas.
Las nuevas previsiones apuntan a una caída de las existencias, lo que hará que la relación entre las reservas y la utilización de cereales a nivel mundial descienda al 29,6% en 2022/23 desde el 30,5% de 2021/22. Si bien este nuevo nivel sería el más bajo de los últimos nueve años, todavía estaría muy por encima del mínimo del 21,4% registrado en 2007/08. Se prevé que las existencias de maíz sufran la mayor disminución, mientras que previsiblemente aumentarán las reservas de trigo.
La FAO ha actualizado asimismo sus estimaciones sobre la producción mundial de cereales en 2021, que ahora se calcula que subirá un 0,9% respecto del año anterior, y sobre la utilización de cereales en 2021/22, que se calcula que subirá un 1,1%.