La Denominación de Origen Protegida Cariñena ha iniciado la campaña de vendimia 2022, en la que prevé recoger más de 65 millones de kilogramos de uva, una cantidad que podría ser superior en función de cómo se desarrolle la climatología en los próximos días. Estos datos suponen un 11,5% menos que el año pasado y un 23% menos que la media de los últimos 10 años.
Sin embargo, el pequeño tamaño de los granos, también favorece la concentración de los azúcares y los pigmentos que dan su color a las uvas, lo que anuncia vinos más aromáticos y redondos. Los datos resaltan igualmente que tanto el estado de la vegetación como la sanidad de la uva son muy buenos y sin problemas de enfermedades ni plagas.
En la actualidad, la DOP Cariñena abarca una superficie total de 14.110 hectáreas, repartidas por 14 municipios. Un 75% se vendimia ya de forma mecánica. Con datos de 2021, la uva más cultivada es la emblemática garnacha tinta, originaria del territorio, con un 33,7% de la superficie, seguida de la tempranillo (21,57%). Entre las uvas blancas, el primer lugar lo ocupa la macabeo (10,34 %).
La recolección de la nueva vendimia comenzó con la variedad de uva blanca chardonnay, a la que van a seguir las tintas merlot y tempranillo. Y un poco más tarde la garnacha tinta, la cariñena y la cabernet sauvignon, dependiendo del clima y de la altitud de los viñedos. La mayoría de las 31 bodegas inscritas en la DOP ya están recogiendo sus campos, aunque el grueso de la vendimia llegará en los primeros días de septiembre.
La campaña 2022 ha venido marcada por las fuertes olas de calor y sequía de este verano que han adelantado hasta dos semanas las fechas medias de la vendimia y también han reducido una cosecha que presentaba magníficas expectativas por la óptima floración tras las lluvias de primavera.