La circunstancia de crisis sanitaria en la que se encuentra inmersa la sociedad desde el mes de marzo ha provocado grandes cambios o aceleraciones en los patrones de consumo, tendencias y necesidades que vienen para quedarse. Es el caso de los centros comerciales, sin duda muy demandados siempre, pero ahora más que nunca y la búsqueda del mejor precio es clave, tal y como destaca Knight Frank.
Según ha explicado la inmobiliaria, con el relanzamiento de sus parques “hemos comprobado que aunque el comercio electrónico haya provocado cambios en los hábitos de consumo, bien por necesidad o por predilecciones, esto no ha hecho desaparecer en absoluto la necesidad de las tiendas fuera de línea. La actividad de los primeros días de vuelta ha sido muy alentadora. Y es la propia forma de ser de los españoles y nuestra y la idiosincrasia que nos caracteriza, unida a estos meses de confinamiento en casa, hace que continuemos buscando el viaje del cliente y el trato personal”.
Por ello, los centros comerciales, ahora más que nunca, han cambiado rápidamente a la coyuntura actual transmitiendo y estimulando la importancia de la tienda física, y adaptando a la nueva realidad de mercado y patrones de consumo. Así como ya se detectó en su día la tendencia del cliente a lo experiencial y al ocio, y no solo a la compra del producto por necesidad, ahora tenemos indicios clave de nuevas tendencias derivadas de la crisis sanitaria, añade.
“Los centros comerciales son posiblemente uno de los mejores «laboratorios» donde detectar estas grandes tendencias y pautas de consumo en una sociedad global. En este sentido, observamos que el tándem confianza y seguridad es clave y esencial ahora mismo en el sector minorista, pero también lo es el precio”, explica Knight Frank, que destaca que, “en este momento, en el mercado en el que se encuentra un buen precio es imprescindible para el consumidor. Por eso, los centros comerciales tipo outlets se presentan como esos grandes aliados del usuario, más aún en esta época, donde poder encontrar grandes marcas a precios reducidos”.
Además, antes del cierre de los centros comerciales en marzo y con las rebajas de invierno más que terminadas, las nuevas colecciones comenzaban tímidamente a llenar los escaparates. Ahora, casi tres meses después, los minoristas propios reconocen que se ha generado una necesidad imperiosa del vendedor desde el minuto uno de la reactivación de las tiendas físicas. “Esto se traduce a su vez en una inevitable intensificación de las habituales promociones y campañas de desestocaje y rebajas de verano, que este año serán sin duda históricas por la cantidad de género disponible para la venta”, concluye la inmobiliaria.