Europol, la OLAF, la DG SANTE y 31 países de Europa y el resto del mundo, junto con productores de alimentos y bebidas del sector privado, han unido fuerzas en la decimocuarta edición de la Operación OPSON. Esta iniciativa anual se centra en los delincuentes que producen alimentos y bebidas falsificados y de calidad inferior. Las fuerzas de seguridad, las aduanas y los organismos reguladores de alimentos incautaron 259.012 paquetes, 1.416.168 litros de bebidas y 11.566.958 kilogramos de alimentos, incluyendo carne y marisco.
Una de las principales tendencias identificadas este año fue la infiltración de grupos del crimen organizado en empresas de gestión de residuos con la intención de acceder a alimentos caducados a la espera de su destrucción. Los delincuentes eliminan las fechas de caducidad originales con disolventes e imprimen nuevas fechas falsificadas en los envases. Estos productos reetiquetados se reintroducen posteriormente en la cadena de suministro.
En cuanto a la calidad, no solo pueden ser de mala calidad, sino que a menudo también suponen un riesgo para la salud, como se ha observado en casos de pescado enlatado. Como modus operandi delictivo, la práctica de reetiquetar alimentos caducados no es del todo nueva, pero su magnitud actual no tiene precedentes.
Sin embargo, el fraude en el sector de la alimentación y las bebidas no se limita a la reimpresión de fechas de caducidad falsas. La falsificación de alimentos y bebidas y el abuso de indicaciones geográficas se encuentran entre las tácticas fraudulentas más comunes. En cuanto a los alimentos falsificados y mal designados, el aceite de oliva y los vinos con denominación de origen protegida siguen siendo productos muy afectados.
Además, las autoridades detectaron varios casos de carne o productos cárnicos vendidos a restaurantes o consumidores a pesar de haber estado almacenados en condiciones deficientes, o con mataderos que no respetaban las normas de higiene legales y necesarias. Se observaron modus operandi similares con mariscos (por ejemplo, moluscos bivalvos), que ya no eran aptos para el consumo, pero que se vendieron.
Controles desde la materia prima hasta el producto final
El fraude en alimentos y bebidas constituye un delito grave y significativo que debe combatirse tanto a nivel nacional como internacional. La Operación OPSON se creó con el objetivo de proteger la salud y la seguridad públicas en toda la UE.
La lista de alimentos y bebidas retirados del mercado abarca una amplia gama. Las autoridades incautaron productos básicos como frutas, verduras, aves, carne, productos cárnicos y mariscos. La lista de alimentos también incluye productos de confitería, grasas y aceites, con especial atención al aceite de oliva. Además, se abordaron los suplementos y aditivos alimenticios durante la XIV OPSON.
Europol coordinó OPSON XIV y apoyó numerosos casos individuales mediante el envío de expertos con una oficina móvil a jornadas de acción. Durante estos controles e incursiones, los expertos sobre el terreno pudieron proporcionar apoyo analítico y de inteligencia a las autoridades nacionales. Además, Europol organizó reuniones operativas para los casos derivados. Con cientos de investigaciones y controles individuales realizados por la policía, las aduanas y las autoridades nacionales de regulación alimentaria en colaboración con socios del sector privado, varios sobresalieron como ejemplos que merecen ser detallados.