En la inauguración del 40 Congreso AECOC de Gran Consumo, Ignacio González, presidente de la organización, reclamó un “plan de país” que aborde los grandes retos estructurales de la economía española: la baja productividad, la escasez de mano de obra cualificada y el elevado absentismo laboral. El presidente de AECOC insistió en que solo con más talento, formación y estabilidad podrá garantizarse el crecimiento del sector y del conjunto del país.
A pesar de la incertidumbre política, tanto en el plano internacional como nacional, González subrayó que la economía española “va razonablemente bien”. Con un crecimiento interanual del 3,1%, España se sitúa por encima de las principales economías europeas. Las previsiones apuntan a una expansión del PIB de entre el 2,3% y el 2,9% al cierre de 2025, y en torno al 2% en los dos ejercicios siguientes, lo que refuerza la solidez de su base económica. Sin embargo, González advirtió de que “mientras la macroeconomía aguanta, la microeconomía muestra un rostro mucho menos amable”.
En su intervención, alertó de que el consumo interno se sostiene principalmente por dos factores coyunturales —el crecimiento de la población residente y el impulso del turismo—, pero está condicionado por dos riesgos estructurales: la situación financiera de los hogares y la fragilidad del mercado laboral.
Los hogares ahorran más, pero confían menos
El presidente de AECOC destacó que, aunque la renta bruta disponible de las familias mejora a corto plazo, lleva una década prácticamente estancada, lo que sitúa a España en desventaja frente a la media europea. “El ciudadano no se fía y actúa con cautela”, señaló, recordando que la tasa de ahorro de los hogares ronda hoy el 12,3% de la renta disponible, frente al 7,3% previo a la pandemia. Además, la vivienda se ha convertido en un problema estructural, especialmente para los jóvenes, lo que agrava la desigualdad generacional y reduce su capacidad de consumo.
En materia laboral, González reconoció que España bate récord de ocupados, pero subrayó que los problemas de fondo persisten: “El paro juvenil, los bajos salarios, el desajuste entre oferta y demanda y la baja productividad siguen lastrando nuestra competitividad”. Por ello, planteó cuatro ejes prioritarios de actuación: aumentar la población activa, mejorar la cualificación de los trabajadores, incrementar la productividad y combatir el absentismo.
“El país necesita incorporar más personas al mercado laboral. No tiene sentido que solo trabaje el 59% de la población activa, frente al 75,8% de la media europea”, advirtió. En los próximos diez años se jubilarán cinco millones de trabajadores y, por razones demográficas, solo será posible cubrir un tercio de esos puestos. La solución, insistió, pasa por atraer a más población activa, no prescindir del talento sénior y promover un plan de inmigración capacitada y ordenada.
En cuanto a la formación, González defendió reforzar la FP dual y orientar los programas hacia los perfiles más demandados. “No podemos permitirnos ser el país con la fuerza laboral menos cualificada de la UE, salvo Portugal”, remarcó. También abogó por impulsar formaciones cortas y técnicas en el ámbito empresarial, capaces de responder a necesidades específicas como las de pescaderos, carniceros, transportistas o técnicos de mantenimiento.
Respecto a la productividad, consideró que “es la única vía para mejorar los salarios y el poder adquisitivo de los ciudadanos”. En las últimas décadas, España solo ha incrementado su productividad un 0,5%, frente al 1,2% de la media de la OCDE. “No se trata de medidas improvisadas, sino de un proyecto de país que apueste por la eficiencia, la digitalización y la innovación”, insistió.
El absentismo laboral fue otro de los puntos críticos. Con un coste anual de 33.000 millones de euros (16.000 de ellos asumidos directamente por las empresas) y un crecimiento del 52% en los últimos cinco años, González lo calificó de “amenaza sin precedentes para la competitividad y la sostenibilidad del sistema de protección social”. Cada día, recordó, 1,7 millones de personas faltan a su puesto de trabajo.
Un llamamiento a la estabilidad y al diálogo
El presidente de AECOC apeló a la clase política a abandonar la confrontación partidista y centrarse en los problemas reales de la ciudadanía. “Hay que dejar de criminalizar la figura del empresario y reconocer el papel esencial de las empresas en la generación de riqueza, empleo y bienestar”, afirmó. Recordó que el gran consumo aporta el 25% del PIB nacional y 4,5 millones de puestos de trabajo, por lo que “sin empresas fuertes, no habrá crecimiento sostenible”.
González concluyó su intervención reclamando estabilidad fiscal y seguridad jurídica. “Es necesario pagar impuestos, pero su incremento constante no favorece la renta disponible ni el consumo”, advirtió. También quiso reconocer el peso de la Comunidad Valenciana dentro del sector, destacando su capacidad de recuperación tras la DANA y expresando su confianza en que la normalidad “se restablezca pronto en una región clave para el gran consumo”.