China es ya el principal cliente del porcino español, junto a Francia y por delante de Italia, Portugal y Japón, tal y como revela la compañía Cesce (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación) en su Informe sectorial de la economía española 2019, que destaca que el sector cárnico español se sitúa en perspectiva positiva en 2019.
A ello se une que el reciente acuerdo comercial establecido con este país permite la entrada de carne fresca, embutidos curados (salchichón y chorizo), lomo curado y jamón curado con hueso. Todos ellos son productos con mayor valor añadido que los permitidos hasta ahora, como la carne congelada y el jamón curado deshuesado y loncheado.
El sector ocupa el primer lugar en la industria alimentaria de nuestro país, con una cifra de negocio de 26.207 millones de euros en 2018, un crecimiento del 9,2% respecto del año anterior. Además, el sector ocupó en 2018 el cuarto puesto en el ranking de sectores industriales, solo por detrás de la automoción, el petróleo-combustibles y la energía eléctrica.
El informe señala que España se ha consolidado como cuarto productor mundial de carne porcina con el 3,83% de la producción mundial, por detrás de China (48,1%), EEUU (10,5%) y Alemania (4,9%). El porcino, principal sector de la industria cárnica española, registró un nuevo récord de producción en 2018, al superar los 4,5 millones de toneladas (5,2%). Las siguientes especies ganaderas más producidas fueron el vacuno, que alcanzó las 666.000 toneladas (3,53%), y el ovino, que alcanzó las 118.000 toneladas (3%).
España ocupa, además, el tercer puesto mundial en exportaciones de porcino, por detrás de Estados Unidos y Alemania, según datos de ANICE (Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España) recogidos en el trabajo de Cesce. En 2018, España exportó 2,3 millones de toneladas de carne por valor de 5.976 millones de euros. Un 67% de las exportaciones cárnicas tuvo como destino la UE, en especial, a Francia, Portugal, Italia y Alemania.
Sin tener en cuenta los países europeos, los principales destinos fueron China, Japón y Corea del Sur. Este último importó productos cárnicos españoles por un valor de 248 millones de euros, lo que supuso un incremento del 47% con respecto al ejercicio anterior.
En 2018, las exportaciones totales de jamón, incluyendo tanto el jamón como la paleta de cerdo blanco e ibérico, ascendieron a 52.300 toneladas, lo que supuso un incremento del 13,7% con respecto al ejercicio anterior (45,9 miles de toneladas). En valor, el incremento logrado fue del 10,7% (448,58 millones de euros).
De cara al ejercicio 2019-2020, el sector tiene dos retos importantes: seguir incrementando las ventas exteriores a mercados extracomunitarios e impulsar las exportaciones de productos de valor añadido, como los jamones ibéricos y serranos, que diferencian a España de sus competidores en los mercados internacionales.