Tras la refinanciación de su deuda, Eroski abre una nueva fase estratégica marcada por la estabilidad financiera, la mejora sostenida de sus resultados y una ambición clara: crecer a través de la apertura anual de entre 10 y 15 tiendas propias y entre 50 y 60 franquicias durante los próximos tres años.
La consejera delegada de Eroski, Rosa Carabel, ha dado a conocer sus objetivos para los próximos años tras culminar un proceso de reordenación financiera que permite «centrarse al 100% en el negocio» y avanzar en un modelo multiformato y multicanal que se ha consolidado en el norte del país.
La directiva recuerda que en los años anteriores a la crisis de 2008 vivió un periodo de intensa expansión, apoyado en la apertura de tiendas propias, adquisiciones y promoción inmobiliaria. La llegada de la recesión dejó un mercado inmobiliario paralizado y un nivel de deuda elevado, lo que obligó a emprender un plan de transformación profundo. Ese proceso, desarrollado entre 2009 y 2021, dio lugar al grupo actual: más centrado en alimentación, más eficiente y con gran foco en la gestión del supermercado como eje principal del negocio.
Hoy, la compañía opera 1.500 establecimientos —de los que más de 600 son franquicias— y ha cerrado el ejercicio 2024 con 27.600 empleados y 6,3 millones de clientes fidelizados. El 77% de su plantilla son mujeres, un rasgo que Eroski reivindica junto con el peso de la gestión cooperativa en su identidad.
La dirección subraya que, incluso en los años más complejos, el grupo logró sostener sus resultados, actualizar formatos, reforzar surtido y mantener una competitividad de precios que hoy sitúa a su marca propia —con más de 2.000 referencias clave. Este esfuerzo se ha reflejado en cuotas sólidas en el norte de España: liderazgo en Galicia, País Vasco y Navarra; segundo puesto en Baleares; y un crecimiento progresivo en Cataluña.
Tras la reciente operación financiera, que simplifica vencimientos y abarata costes, Eroski fija como prioridad recuperar un ritmo estable de expansión. Los nuevos supermercados se concentrarán en formatos de entre 1.500 y 3.000 metros cuadrados, orientados a compras de cesta completa, y se ubicarán principalmente dentro del perímetro donde la marca ya es fuerte. A partir de 2027, la compañía prevé comenzar a explorar regiones colindantes para dar los primeros pasos fuera del norte peninsular.
Las franquicias, que ya representan un motor relevante, mantendrán un desarrollo dinámico: entre 50 y 60 establecimientos adicionales por año, siempre con una política de inversión prudente en torno al 2,5% de las ventas.
El peso de la marca propia seguirá creciendo, aunque sin fijar un objetivo cerrado. «Lo importante es ofrecer capacidad de elección», señala Carabel, integrando marca propia, líderes de fabricante, producto fresco y local. Eroski recuerda además su papel histórico en la introducción de la marca blanca en España.
La cooperativa afronta así un nuevo ciclo estratégico con pilares claros: reforzar su propuesta comercial, impulsar la eficiencia en todos los procesos, apoyarse en la tecnología para mejorar la toma de decisiones y continuar ampliando su red de tiendas para consolidar su posición en un mercado cada vez más competitivo. Tras 17 años de transformación, la empresa considera que llega «el momento de mirar hacia adelante» y retomar el crecimiento sostenido que marcará su próxima etapa.










