El mercado mundial de la carne tendrá un valor de 1,3 billones de dólares a finales de 2020, lo que refleja una disminución anual de 5,3%, según las últimas previsiones realizadas por GlobalData y ajustadas por el Covid-19. Este es un marcado contraste con el crecimiento sólido esperado y que la industria estaba experimentando antes de la pandemia.
De hecho, antes del coronavirus se esperaba que la industria cárnica mundial creciera a una tasa anual del 2,6% durante 2020 para alcanzar un valor de 1,4 billones de dólares
A este respecto, Carmen Bryan, analista de consumo de GlobalData, señala que “la carne es un alimento básico en muchas culturas en todo el mundo, por lo tanto, la recesión global es evidente por la incertidumbre actual y las interrupciones de suministro que enfrentan muchos mercados. Aunque la producción se estabilizará a largo plazo, es improbable una recuperación total a un valor anterior al Covid-19”.
GlobalData recuerda que se ha hecho público que el Covid-19 se originó en un mercado húmedo en Wuhan, China y, como resultado, las enfermedades transmitidas por animales se han puesto bajo el foco de atención, lo que influirá en los hábitos de compra de los consumidores, particularmente en términos de suministro y distribución de productos a base de carne. De hecho, el 85% de los consumidores globales están fuertemente influenciados por la confiabilidad de un producto o servicio.
“La demanda de prácticas transparentes y limpias por parte de los consumidores ha ganado mucha tracción en los últimos años y está generando cambios significativos en casi todos los mercados de bienes de consumo. Es probable que una crisis como esta dé forma a la industria de la carne como consecuencia de la demanda de los consumidores, particularmente porque involucra la salud y la seguridad públicas”, asegura Bryan.
Además, desde el brote del virus, el 44% de los encuestados globales admitieron que no confían en los productos fabricados o importados de China en este momento. Los productos cárnicos en EE.UU. podrían seguir una tendencia similar si la crisis actual y la tasa de infección no se aplacan.
“La rápida tasa de infección que han exhibido las instalaciones de procesamiento de carne, combinada con la aparente impotencia de los jugadores para detenerla, jugará con las preocupaciones actuales sobre las enfermedades y los empaques relacionados con la carne. Como resultado, algunos consumidores pueden optar por evitar comprar productos cárnicos, al menos mientras están bajo sospecha. La amenaza es que, si estos desafíos persisten, puede dar lugar a nuevos comportamientos de compra, con consumidores que recurren cada vez más a las alternativas a la carne y se adhieren a ellas a largo plazo”, concluye la analista de consumo de GlobalData.