El sector porcino español ha registrado en 2022 un cierto retroceso de la actividad sectorial, tanto en producción, como en exportaciones o consumo. Es la primera vez en los últimos 12 años que se produce este cambio de trayectoria, lo que supone un “punto de inflexión” para el sector cárnico, según explica el director de la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), Alberto Herranz, durante un encuentro con periodistas.
“El año 2022 será recordado por el sector porcino como un año donde todo ha cambiado. La fuerte escalada de precios de producción, la sequía y los obstáculos de aprovisionamiento por razones geopolíticas vislumbra un futuro donde la situación económica puede estancarse”, explica el directivo. No obstante, también se ha visto la “resiliencia” de este sector que ha sido “capaz de hacer frente a una coyuntura internacional complicada”, comenta Herranz.
Así, la producción de porcino en España ha caído un 2,2% en 2022, hasta los 5,07 millones de toneladas. España sigue siendo el mayor productor de carne de porcino de la Unión Europea, con un crecimiento del 46,1% desde 2012 hasta 2022, mientras que en el conjunto de la UE la producción se ha reducido, especialmente a partir de 2018. Ha tenido una mayor repercusión en Alemania, Polonia, Italia, Bélgica y Francia. En cuanto al valor de la producción, en 2022, se ha registrado un fuerte incremento debido a la elevación de los precios en origen, derivada a su vez por los fuertes incremento de los costes de producción soportados ese año.
Con respecto a las exportaciones de porcino español, entre 2012 y 2022 éstas se incrementaron un 107,8% en volumen y un 150,2% en valor, consolidándose como un soporte básico del proceso de crecimiento del sector. Sin embargo, el pasado ejercicio se produjo un retroceso del 0,5% en volumen, hasta los 2,9 millones de toneladas; pero un incremento del 7,2% en valor, hasta los 8.200 millones de euros.
Esta caída de las exportaciones se explican a “una reducción de las compras de porcino por parte de China y se ha incrementado la competencia de mercados como el de Brasil, EEUU y Canadá, al operar estos productos con precios más competitivos, por debajo del precio europeo”, señala Herranz.
En 2023, se prevé que esta tendencia sigue reduciéndose, lo cual es “un aspecto de gran importancia para el establecimiento de las futuras estrategias sectoriales”, explica el directivo, que asegura que “España sigue siendo el mayor exportador de porcino de Europa y el primero junto a EEUU a nivel mundial, superando a otros países como Alemania y Canadá”.
Consumo
El consumo en el hogar también ha registrado un ligero retroceso del 9,9% en el segmento de carnes frescas de porcino, hasta los 408.300 de toneladas, y del 8,5% en el de carnes transformadas, hasta las 494.400 toneladas.
Este retroceso se viene produciendo desde 2012 ya que en esta década se han registrado una caída del 17% en las carnes frescas y del 13,8% en las transformadas. Esta caída es solo en el canal doméstico, ya que el consumo total podría haber descendido hasta un 22% en total.
“Se trata de una preocupante tendencia generalizada de retroceso continuado del consumo de carne de todo tipo, en España y en la Unión Europea, lo cual representa un factor enorme de impacto en la sostenibilidad futura del sector cárnico-ganadero español, en general, y del porcino, en particular”, señalan desde Interporc.