El precio de los productos sostenibles, principal obstáculo para un consumo más responsable

La barrera más común a la hora de consumir de forma respetuosa social y medioambientalmente es, para el 68% de los españoles, el precio de los productos sostenibles, según se desprenden del Observatorio Cofidis de Economía Sostenible en el Hogar 2022, un estudio realizado por la entidad financiera para analizar los nuevos modelos de vida en el siglo XXI, la capacidad de ahorro de la población española y su percepción ante el consumo sostenible,

Hay otros obstáculos que también inciden pero claramente menos que los precios: un 26% acusa a la falta de información accesible sobre el impacto de cada producto, un 18% a la ausencia de contenedores específicos para reciclar los orgánicos y un 34% señala a su entorno como el principal impedimento para el reciclaje y el consumo saludable. Solamente un 14% del cómputo global asegura no encontrar ningún obstáculo al cambiar sus hábitos por otros menos dañinos para su salud y el medioambiente.

Según el estudio, un 84% de los españoles cambiaría sus hábitos de consumo. Los aspectos que mejorarían giran, sobre todo, en torno a la reducción de ese consumo (36%), así como optar por productos más saludables (35%) y también más sostenibles y ecológicos (28%). Por otro lado, preocupa en gran medida planificar mejor los gastos a medio y largo plazo (32,5%), en especial entre los más jóvenes, que a su vez son los más predispuestos al cambio.

A medida que avanza su edad, las personas se muestran más reacias a modificar sus hábitos. Además, la preocupación por consumir menos, más sostenible, saludable y eficiente es mayor a medida que la situación económica del hogar es más favorable.

A la hora de optar por un modo de vida más sostenible en su día a día, los ciudadanos consideran que el aspecto más difícil de paliar es el consumo energético del hogar. Un 30% de los encuestados afirma que es la parte de su rutina que más dificulta un consumo responsable y respetuoso con el medioambiente. Le siguen el transporte y, después, la alimentación y los productos básicos.