El 70% de los consumidores reconoce que la carne congelada es más cómoda

Un 70% de los consumidores reconoce que la carne congelada es más cómoda para ahorrar, no desperdiciar alimento y no perder tiempo de más en la cocina, según el último estudio elaborado por Sondea para Carpisa Foods sobre la evolución del consumo de carne.

En este sentido, desde la marca de hamburguesas Brooklyn Town, recopilan las diferentes ventajas que tiene optar por el consumo de carne ultracongelada. Así, señalan que es más práctico ya que optar por esta opción supone un ahorro de tiempo, convirtiéndose en una alternativa de consumo fácil para cuando se necesita.

Además, es más seguro y saludable, según Brooklyn Town, que afirma que “muchas veces, al congelar la carne que hemos comprado fresca en un primer momento, el producto llega a escarcharse con más rapidez debido a la continua apertura y cierre del frigorífico, empeorándose su aspecto y su sabor. Al adquirir los productos ultracongelados y envasados al vacío, estos se conservarán de mejor manera, ayudando a la ralentización del desarrollo de microorganismos patógenos que causan deterioro, como la escarcha, a la vez que se alarga la vida útil de la carne ya que sus propiedades y nutrientes se mantienen intactos”.

Y es que la ultracongelación es uno de los métodos de conservación más saludables ya que no se necesita ningún conservante artificial, permitiendo al producto que se mantenga con igual o mejor calidad y sabor que si fuese fresco.

Por último, la marca de hamburguesas destaca que comprar estos productos es más sostenible para el medio ambiente y el bolsillo. “A menudo, al comprar producto fresco es posible que caduque antes de que hayamos podido consumirlo y acabemos desperdiciando comida. Los productos ultracongelados impiden que esto suceda, ya que solo cocinaremos lo que vayamos a consumir, sin miedo a que se estropee. Es una forma de cuidar el medio ambiente a la vez que a nuestro bolsillo ya que, al comprar y cocinar solo la cantidad que vamos a consumir, no desperdiciamos alimento y ahorramos dinero, generándose así un impacto positivo en la economía de nuestro hogar”, explica.