El 26% de los españoles reconoce que se salta comidas para ahorrar, porcentaje que alcanza el 41% en los hogares con ingresos inferiores a los 15.000 euros, según revela la última edición del “Informe Kellogg’s sobre pobreza alimentaria en España”, realizado entre enero y febrero de 2023.
Sin embargo, España destaca positivamente entre sus vecinos europeos ya que, considerando los países analizados (España, Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Reino Unido e Irlanda) y a pesar de que en nuestro país la situación ha empeorado desde 2016, somos el país con menos familias con dificultades económicas para alimentarse: un 17,7%; frente a Reino Unido con el 29,3% o Francia y Alemania con 25,5% y 21,3% respectivamente.
Según el estudio, el 61% de los españoles dice que los acontecimientos socioeconómicos recientes están complicando su situación financiera y los más afectados son las familias con rentas inferiores a 15.000 euros, ya que más de un tercio (36%) ha recortado sus gastos en bienes y servicios esenciales. Además, un tercio de los españoles asegura estar preocupado por el dinero que tiene para alimentación, mientras en 2016, cuando se realizó en anterior informe, esta cifra era solo del 19%. Esta tendencia creciente se da en otros países de nuestro entorno, destacando la evolución de Alemania, que ha pasado del 8% en 2016 al 36% en la actualidad, la cifra más elevada de los países analizados.
Durante la presentación del trabajo, que ha tenido lugar en el colegio público Felipe II de Madrid Gabriela Jorquera, subdirectora del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, ha relacionado estos datos con los efectos de la crisis provocada por la pandemia y las políticas sociales puestas en marcha “gracias al escudo social y a las medidas puestas en marcha, estamos paliando el incremento de la pobreza».
Perspectiva de los profesores
Según el testimonio de los profesores, el número de niños que llega con hambre al colegio ha aumentado en los últimos años. En España dos de cada tres profesores (66%) creen que los padres tienen problemas con el presupuesto para alimentos. Entre las razones que los llevan a pensar esto destacan la situación económica, el aumento de los precios de los alimentos y la dificultad de conseguir empleos estables.
Como consecuencia, el hambre afecta al rendimiento de los niños. Cansancio, dificultad para concentrarse, bajo estado de ánimo de los niños e incluso comportamiento disruptivo en la clase son, según los profesores españoles, las consecuencias de que los niños lleguen hambrientos a clase. Y ellos mismos se hacen cargo de la situación hablando con los padres y ofreciendo comida a niños hambrientos.
Juan Miguel Antoranz, director del colegio Felipe II, señala que “los profesores están muy comprometidos con la salud y el bienestar de sus alumnos, por lo que intentan ayudar a los más vulnerables”. Además, cree “que el impacto de los programas de desayuno en los colegios es muy positivo”, lo que representa el sentir generalizado de los profesores.
Los españoles son conscientes de la relevancia del desayuno
A pesar de que los españoles dan importancia al desayuno, el número de personas que no desayuna cada mañana casi se ha duplicado en España, pasando del 4% en 2016 al 7% en 2023. Aunque la mayoría de ellos dicen no desayunar por no tener hambre o tiempo, un 5% dicen que no desayunan para que otros miembros de la familia puedan hacerlo y un 3% declaran no poder permitírselo. En el caso de hogares con ingresos inferiores a los 15.000€, este porcentaje alcanza el 14% y 5% respectivamente.
Amparo Lobato, Kellogg Corporate Affairs Lead Iberia, explica que “estos datos avalan la necesidad, conveniencia y beneficios de ofrecer desayunos en los colegios, como hace el programa Todos a Desayunar de Kellogg’s desde 2011, con el que han desayunado unos 10.000 niños de entre cuatro y 12 años, en 24 colegios de 12 ciudades españolas; superado el millón de desayunos completos servidos y mejorando así las condiciones de vida de los menores en el ámbito escolar, familiar, social y personal”.