Bel Group ha registrado al cierre del ejercicio 2019 un beneficio neto consolidado de 121 millones de euros, lo que supone un incremento del 25,8% respecto al año anterior. Asimismo, el beneficio operativo se ha disparado un 31,9% hasta los 211 millones de euros.
En cuanto a las ventas, tras las malas cifras del año 2018, la multinacional francesa ha obtenido una facturación de 3.403 millones de euros en 2019, lo que representa un ascenso del 2,8% respecto al año anterior. A nivel orgánico, el crecimiento ha sido del 1% interanual.
Por regiones, el fabricante de marcas como Kiri, La Vaca que Ríe o Babybel destaca las ventas en sus mercados globales, que se han incrementado un 1,7% hasta los 2.871 millones de euros, mientras que la facturación en los nuevos territorios se ha elevado un 9% hasta los 532 millones.
La compañía asegura que avanza en su plan de transformación plurianual que debería, como se anunció, generar ahorros de 120 millones de euros, con la realización de acciones para optimizar los gastos de publicidad y promoción, una reducción de los gastos generales y la aumento de las medidas de productividad industrial, esta última produciendo sus efectos completos en 2021. Como se esperaba, el grupo habrá reinvertido, para fines de 2020, los ahorros realizados en virtud de este plan hasta 40 millones de euros, para apoyar la aceleración de su crecimiento.
Respecto al coronavirus, el grupo ha asegurado estar atento “a los efectos de esta epidemia en las tendencias de consumo en sus diversos mercados y a cualquier medida de contención que pueda implementarse, en particular que resulte en economías más lentas. Se estima que el impacto financiero será limitado en la fecha dada la diversidad geográfica de los mercados en los que opera el grupo. Se están estudiando todas las acciones apropiadas para minimizar este impacto potencial”.