La Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (Asemac) estima que la crisis del coronavirus ha supuesto una caída cercana al 35% tanto en la producción como en la facturación del sector durante el segundo trimestre del año, coincidiendo con el estado de alarma y que para todo el año 2020 el retroceso en las ventas podría llegar al 20%.
Así lo ha afirmado este miércoles Felipe Ruano, presidente de esta organización, durante una videoconferencia en la que ha señalado que «si bien en una circunstancia tan extraordinaria como la que estamos viviendo es muy arriesgado hacer una predicción», las empresas de Asemac consultadas refieren que “la caída en los ingresos ha sido brutal”, debido, especialmente, al cierre de horeca, ya que “muchas de estas empresas deben el 70% de su facturación a esta canal”.
“El 2020 va a ser un año difícil y muy duro económicamente. Todo el mundo va a tener que ajustar sus resultados”, ha destacado Ruano, ya que se trata de “un trimestre que después no se va a recuperar, aunque esperamos que con la apertura de la hostelería y la reactivación del turismo se produzca una subida en las ventas”.
“Tenemos que pensar como conseguimos q nuestra empresas resuciten lo mejor y lo antes posible”, ha añadido el presidente de Asemac, quien ha asegurado que “un año no hace historia” y el sector ha registrado en los últimos cinco años “unos datos muy buenos de crecimiento”, por lo que confía en que en 2021 y 2022 se recupere de esta crisis.
A este respecto, ha recordado que las empresas dedicadas a la producción de masas congeladas facturaron en 2019 más de 1.376 millones de euros, lo que supone un crecimiento de un 1,4% con respecto al año 2018, cuando se facturaron 1.357 millones de euros.
Por su parte, José Miguel Herrero, director general de Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha señalado durante la videoconferencia que “es cierto que el sector lo ha pasado mal, sobre todo por el cierre de horeca que, en algunos productos, tiene un peso muy importante en sus ventas, pero no obstante creo que hay que sacar la parte positiva y es que el sector, al igual que el resto de empresas de alimentación, ha funcionado muy bien y nunca ha habido desabastecimiento”.
Asimismo, Herrero ha señalado que es “optimista” y confía “en la pujanza que tiene nuestro sector alimentario” así como en su “resiliencia”, algo que “ha demostrado durante esta crisis”.