En 2022 fueron identificandos e incautados más de seis millones de productos falsificados en Amazon, impidiéndose que los mismos llegasen a los clientes o fuesen vendidos en cualquier otro punto de la cadena de suministro global.
Así lo revela el tercer Informe de Protección de Marca de la compañía que destaca cómo sus esfuerzos “para proteger a clientes, marcas y colaboradores comerciales se han visto traducidos en un mayor número de presuntas infracciones reportadas a las autoridades y en un mayor número de acciones legales presentadas en colaboración con las marcas durante 2022, pasando de 600 casos en 2021 a 1 300 en 2022”.
Además, en 2022, Amazon invirtió más de 1.200 millones de dólares y empleó a 15.000 personas (científicos y expertos en machine learning, desarrolladores de software e investigadores especializados, entre muchos otros perfiles) para proteger a los clientes, las marcas, los colaboradores comerciales y su tienda frente a falsificaciones, fraudes y otras formas de abuso. Esto supone un aumento frente a los 900 millones de dólares invertidos y las 12.000 personas empleadas en 2021.
El informe también muestra como esta combinación estratégica de tecnología de primer nivel y el trabajo llevado a cabo por los expertos de Amazon está frenando con éxito la actividad de los presuntos infractores y teniendo un impacto tangible más allá de la propia tienda de Amazon.
“Estamos orgullosos de lo que hemos logrado el año pasado, desarrollando todavía más nuestra tecnología para anticiparnos a las acciones de los infractores y redoblando nuestros esfuerzos para interponer acciones legales”, subraya Dharmesh Mehta, vicepresidente global de Servicios a Vendedores en Amazon. “Agradecemos la creciente colaboración de toda la industria en este ámbito y seguiremos innovando y trabajando con todos los actores relevantes para lograr reducir las falsificaciones a cero”, añade.
A este respecto, Metha destaca “la creciente implicación de la industria y su colaboración en la lucha contra las falsificaciones. Aunque todavía tenemos mucho trabajo por delante para impulsar la cooperación entre el sector público y el privado, estamos muy satisfechos de nuestro progreso y de lo que podemos hacer juntos para exigir responsabilidades a los actores malintencionados y garantizar que toda la industria esté libre de productos falsificados.”
Por su parte Gerard Guiu, director general de Andema (Asociación para la Defensa de la Marca) señala que “el fraude y las técnicas de comercio abusivas evolucionan cada día con más rapidez; por ello tenemos que adelantarnos constantemente. La colaboración entre las marcas y los retailers es esencial para la luchar contra las infracciones contra la propiedad industrial. La distribución y venta de falsificaciones es un delito controlado por el crimen organizado que, según la OECD, representa el 2,5% del comercio mundial y no podemos obviar que, protegiendo la PI y las marcas, protegemos la economía, el empleo y, por supuesto, defendemos al consumidor.” Guiu recuerda, que “para luchar contra un fenómeno tan complejo, todos los agentes implicados tenemos que estar alineados, colaborar y compartir información de interés y buenas prácticas”.