La cooperativa láctea europea Arla Foods ha superado uno de los retos de electrificación más difíciles del sector al sustituir el gas natural por energía renovable a altas temperaturas.
Por primera vez, Arla Foods ha aplicado la tecnología de bombas de calor eléctricas de alta temperatura en su planta de leche en polvo AKAFA en Svenstrup, Dinamarca. Si bien la cooperativa ya utiliza bombas de calor en varias lecherías, esta es la primera vez que la tecnología se ha adaptado para satisfacer las exigencias más exigentes del secado por aspersión. Este avance reduce las emisiones anuales en más de 1.500 toneladas de CO2.
“Este es un hito en la reducción de emisiones de nuestra cadena de suministro. El secado por aspersión ha sido durante mucho tiempo uno de los procesos más difíciles de electrificar, y al superar este desafío, estamos dando un paso pionero hacia una producción láctea más sostenible”, ha señalado Line Brandt Pedersen, directora de Sostenibilidad de la Cadena de Suministro.
Avance a altas temperaturas
El secado por aspersión para la producción de leche en polvo es uno de los procesos que consume más energía en la producción láctea. Transformar la leche líquida en polvo requiere temperaturas a un nivel que la mayoría de las bombas de calor eléctricas no pueden ofrecer un rendimiento estable.
A diferencia de las bombas de calor eléctricas convencionales que utilizan vapor o agua como agente calefactor, la nueva bomba de calor de AKAFA utiliza CO₂ tanto para calefacción como para refrigeración. Esto permite un funcionamiento eficiente incluso a temperaturas de hasta 120 °C. En comparación con versiones anteriores, la nueva bomba de calor ofrece una reducción de emisiones de más de 1500 toneladas de CO₂ al año.
“Este logro es el resultado de años de estrecha colaboración con nuestro socio tecnológico antes de que estuviera listo para su instalación a gran escala en AKAFA. Y con el excelente rendimiento que estamos observando, ahora exploraremos la posible implementación de la tecnología de forma más amplia en nuestra producción”, afirma Brandt Pedersen.
La eficiencia energética es clave para alcanzar el objetivo
Arla Foods tiene un objetivo aprobado por la Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia de -63% en el alcance 1+2 para 2030 en comparación con 2015. Hasta ahora, Arla ha logrado una reducción de 37% puntos y se espera que las inversiones en eficiencia energética y electrificación aporten 18% puntos adicionales al objetivo.
“La electrificación de nuestra cadena de suministro es, sin duda, un factor clave para alcanzar nuestro objetivo. Requiere tecnología innovadora, la capacitación de nuestros empleados y, por supuesto, inversiones, pero como demuestra la bomba de calor de AKAFA, la sostenibilidad y el rendimiento pueden ir de la mano”, añade Line Brandt Pedersen.
Arla Foods ha invertido más de 600 millones de coronas danesas en los últimos años para electrificar sus lecherías en Dinamarca y también tiene en marcha otros proyectos en el Reino Unido y Alemania.