La industria de la belleza vive una auténtica revolución digital. Así lo refleja el informe “Revolucionando la perspectiva del comercio digital en la industria de la belleza”, elaborado por Elogia, agencia de marketing digital especializada en comercio electrónico. El estudio destaca cómo la integración de tecnologías como la inteligencia artificial (IA), la realidad aumentada y las estrategias omnicanal están redibujando la forma en la que las marcas se relacionan con sus consumidores.
El canal digital se consolida como esencial en un mercado cada vez más competitivo. Según datos de Stanpa, el ecommerce de belleza ha ganado terreno gracias a la comodidad, la posibilidad de comparar y la personalización. Sin embargo, lejos de desplazar a la tienda física, lo que predomina es el modelo híbrido. De hecho, el 73% de los consumidores de dermocosmética en España combinan ambos canales según el tipo de producto y su conveniencia.
Modelos como el click & collect, el live shopping en redes sociales y las experiencias interactivas en tienda son ejemplos de cómo la omnicanalidad mejora la experiencia del cliente. Marcas como Sephora han sabido integrar con éxito esta combinación, generando una estrategia cohesionada entre canales físicos y digitales.
La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa para convertirse en una herramienta real de transformación en el sector. Desde recomendaciones basadas en el historial de compra hasta pruebas virtuales de maquillaje, las marcas utilizan estas tecnologías para personalizar al máximo la experiencia. Firmas como L’Oréal, Cetaphil o La Roche-Posay ya apuestan por productos adaptados al perfil de cada consumidor, como tratamientos capilares o bases de maquillaje hechas a medida.
“La transformación del mercado obliga a las marcas a ir más allá del producto, construyendo experiencias de compra personalizadas y omnicanal”, destaca Anna Serrano, Go-to-Market & New Business Manager de Elogia. Para ella, la innovación, la digitalización y la conexión emocional son claves para destacar en un entorno saturado de opciones.
Un consumidor más consciente y exigente
Además de exigir experiencias más ajustadas a sus necesidades, el consumidor de belleza actual valora cada vez más la sostenibilidad. El informe destaca que seis de cada 10 millennials están dispuestos a pagar más por productos ecológicos y responsables, una tendencia que refleja un cambio profundo en la forma de consumir.
En este contexto, el gasto medio en productos de cosmética y belleza en España alcanza los 206 euros por persona al año, consolidando al sector como un motor económico de peso, con gran valor también a nivel cultural y social.
El informe de Elogia subraya que, para afrontar este nuevo paradigma, las empresas deben diseñar estrategias Go-To-Market bien definidas, que alineen los mensajes de marca, los canales de venta y las expectativas del consumidor. El performance marketing, por su parte, se convierte en un aliado imprescindible para generar tráfico cualificado y conectar con audiencias relevantes.
La digitalización, por tanto, no solo redefine el punto de venta, sino que transforma todo el ecosistema de la belleza. Las marcas que sepan integrar innovación tecnológica, propósito y personalización tienen ante sí una oportunidad única de fidelizar a un consumidor más conectado, exigente y consciente.










