EuroCommerce, la principal organización europea que representa al sector minorista y mayorista, ha expresado su profunda preocupación por la escalada de ataques a buques comerciales en el Mar Rojo y ha resaltado la importancia crítica de una acción coordinada por parte de los Estados miembros de la UE.
“Nuestros miembros, que comprenden asociaciones nacionales en 27 países y cinco millones de empresas, desde actores globales líderes hasta pequeñas empresas, están fuertemente vinculados a través de rutas comerciales marítimas que funcionan bien”, ha asegurado el director general de la organización, Christel Delberghe, que recuerda que la ruta comercial del Mar Rojo a través del Canal de Suez es particularmente vital ya que mueve el 12% del comercio mundial, aproximadamente un billón de dólares, incluidos artículos críticos para la economía, la actividad industrial y comercial y la vida cotidiana de Europa.
“Estos continuos ataques a buques comerciales ponen en peligro la seguridad de la tripulación y la carga y están obligando a los transportistas a desviarse hacia rutas alternativas. Este desvío ha tenido consecuencias importantes, incluido el desvío de más de 80.000 millones de dólares en carga alrededor del Cabo de Buena Esperanza, lo que ha dado lugar a dos otres semanas adicionales de viaje y aumentos sustanciales en los costos de combustible, seguros y mano de obra en comparación con el Canal de Suez. Además, esta ruta será aún más desafiante durante los meses de invierno del hemisferio sur”, explica.
Además de estos desafíos, la redirección de las rutas marítimas ha provocado congestión portuaria, escasez de equipos y aumento vertiginoso de las tarifas de envío. Los efectos en cadena en materia de costos y capacidad para las empresas que dependen de un comercio marítimo seguro son inmensos. Esto se ve exacerbado por la tensión existente en el transporte global debido al acceso reducido al Canal de Panamá asolado por la sequía, lamenta Eruocommerce, que señala que las opciones alternativas para enviar mercancías desde y hacia Asia, como la carga aérea, tienen costes considerables y mayores emisiones de CO2. Para los comerciantes, el impacto más relevante tiene que ver con la incertidumbre y la imposibilidad de planificar los flujos comerciales. Este es aún más el caso de los productos de temporada o perecederos.
Por ello, EuroCommerce apoya las iniciativas de la UE destinadas a proteger a los buques comerciales y a la gente de mar contra ataques, defender la libertad de navegación y salvaguardar el comercio internacional. “Dada la magnitud de los impactos en las empresas y la cadena de suministro global, hacemos un llamamiento para que las instituciones de la UE y los Estados miembros sigan intensificando y coordinando los esfuerzos para abordar la situación”, asegura Delberghe.
“En conclusión, destacamos que los efectos de los ataques en el Mar Rojo ya han tenido impactos masivos en las empresas. Sin embargo, también enfatizamos la posibilidad de que se produzcan más consecuencias adversas si estos ataques persisten. Cuanto más tiempo se vean obligados los transportistas a desviarse, más empresas y, en última instancia, los consumidores sufrirán costes adicionales que se sumarán a los ya altos costes de vida en Europa”, concluye.