Emcesa ha registrado en 2022 una facturación de 47,5 millones de euros, ha informado la compañía, que señala que las inversiones alcanzaron los 1,5 millones de euros destinados a incrementar su competitividad y eficiencia para reducir el impacto de los altos costes e inflación.
Así, la empresa especialista en la elaboración de productos cárnicos puso en marcha durante el pasado año un proceso de revisión de todos los procesos productivos para ahorrar costes, los cuales “no podían dejar que repercutieran en el consumidor”, añade.
Además, dedicó gran parte de sus recursos al desarrollo de alimentos equilibrados y nutritivos. Entre los lanzamientos más significativos del pasado ejercicio destacan las morcillas saludables de arroz y cebolla, elaboradas con aceite de oliva, 0% de grasa de cerdo y ácidos grasos omega-3, además de otros productos saludables como chorizo, chistorra, longaniza blanca, hamburguesas y carne picada de cerdo y vacuno.
La evolución de Emcesa ha permitido que la plantilla que opera en el centro de producción de Casarrubios del Monte (Toledo) se haya visto ampliada hasta llegar a 246 profesionales. Esto supone un incremento de más del 15% respecto a 2021.
Asimismo, la empresa toledana, comprometida con un modelo empresarial sostenible, ha trabajado durante 2022 en iniciativas que contribuyen a la solución de los retos sociales y ambientales, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En este sentido, Emcesa ha dedicado grandes esfuerzos por desvincular su economía del impacto de la huella ambiental. Para ello, ha invertido durante 2022 en una instalación fotovoltaica con 1731 kWp (kilovatio-pico) lo que supone igualmente un ahorro muy relevante de emisiones de CO2. Además, la empresa ha sustituido 200 luminarias de fluorescentes de 72 W por paneles LED de 40 W de luz blanca en sus instalaciones. Cabe destacar que un solo tubo fluorescente contiene suficiente mercurio como para contaminar 30.000 litros de agua.