Las heladas del mes de abril del año pasado y la climatología adversa del verano han mermado la producción de las manzanas Pink Lady. En concreto, se estima una producción de 5.000 toneladas en Lérida y 7.000 en Girona. Así, Joan Serentil, productor de Pink Lady en Lérida, apunta a que la previsión de la cosecha será en torno a un 20-30% menor.
Aunque el clima de este verano, con el calor disparado, ha hecho que el calibre sea algo inferior a la campaña pasada, por otro lado, ha propiciado un nivel mayor de azúcar en las manzanas y una calidad organoléptica excelente.
“Vamos a batir récords con los grados Brix (valor que mide el dulzor de los alimentos): generalmente están en un 14-15% y este año pasan al 15-16%. Esto las acerca mucho al segmento de las supersweets, manzanas mucho más sabrosas”, afirma Serentil.
El característico tono rosa intenso que caracteriza a las manzanas Pink Lady está garantizado en esta última cosecha. La llegada en la segunda semana de noviembre de unos días con más frío por la noche ha devuelto el color a las manzanas que, como en ocasiones anteriores, va a ser extraordinario y cumplirá sobradamente con los estándares que exige la marca.