“Un estudio ha demostrado que el vidrio es el más seguro entre los materiales de envasado, ya que prácticamente no se le detectan sustancias químicas y, por tanto, es el más seguro para la salud humana», afirma Adeline Farrelly, secretaria general de FEVE, la Federación Europea de Fabricantes de envases de Vidrio.
La investigación internacional publicada recientemente por la revista Critical Reviews in Food Science and Nutrition ha puesto el foco en las sustancias químicas presentes en los materiales de envasado. El resultado es sorprendente: existen casi 3.000 sustancias que entran en contacto directo con los alimentos y que, por tanto, podrían migrar al contenido del envase incrementando la exposición a estos químicos por parte de los consumidores.
Para esta investigación se han analizado el número y tipo de sustancias químicas de seis tipos de materiales, descubriendo que el 65% de los químicos encontrados son hasta ahora desconocidos, y no figuraban en ninguna lista regulatoria o industrial. Por otro lado, del total de sustancias identificadas como potencialmente viables de contaminación de alimentos, más de dos tercios fueron encontradas en plásticos. En cambio, el vidrio y la cerámica son, con una gran diferencia, la opción más segura y saludable para el sector.
En concreto, fueron un total de 1.975 las sustancias encontradas en materiales plásticos, seguidos por el papel y cartón que sumaron 887, y a continuación los multimaterial (como son el tetrabrik o el bag-in-box) con 614. El menor número de estos químicos se detectó en metales, donde se encuentran 251 y, por último, en vidrio y cerámica, con tan solo 47. Este resultado tan positivo para el vidrio, se debe a la baja complejidad química de este material. Procede de la fusión de materia prima natural (arena de sílice, carbonato de sodio y caliza) de la cual se obtiene un material estable e inerte, y un envase de una única capa, que no precisa de barnices o plásticos para estar en contacto seguro con los alimentos y bebidas.
«Hay un considerable desconocimiento a completar en la legislación de materiales en contacto con alimentos«, afirma Farrelly, que añade que “las metodologías de evaluación del ciclo de vida de los envases deben y tienen que tener en cuenta las sustancias químicas, incluidas las peligrosas, utilizadas en los materiales de envasado en contacto con los alimentos, que también pueden filtrarse al medio ambiente».
Los resultados de esta investigación llegan en un momento clave en el que tanto la alimentación saludable, como los modelos de negocio sostenibles tienen cada vez más adeptos y defensores entre los consumidores. El vidrio cumple todas estas expectativas y necesidades, al ser sinónimo de salud y de sostenibilidad. Su reciclado es integral e infinito, sin perder cantidad ni calidad en el proceso, lo que se conoce como un material permanente. Esta cualidad permite obtener un material reciclado apto para crear un nuevo alimentario, ofreciendo las mismas garantías que uno fabricado a partir de materia prima, ahorrando energía, reduciendo emisiones y evitando la generación de residuos.
Pero los beneficios del vidrio van mucho más allá de la industria de la alimentación, ya que se trata de un material que sustenta muchas de nuestras tecnologías. Precisamente, el próximo 13 de junio, diferentes asociaciones y organizaciones del mundo del vidrio se darán cita en el Real Jardín Botánico para desgranar muchos de los procesos protagonizados por este material, y dar la bienvenida oficial en España al Año Internacional del Vidrio, declarado así por las Naciones Unidas.