Baker & Baker, el fabricante europeo de productos de panadería y bollería congelados, ha obtenido una facturación de 450 millones de euros y ha crecido un 14% durante los primeros doce meses de actividad.
En un contexto de aumento de los precios de las materias primas y de cambios en las restricciones debidas al Covid-19 en toda Europa en 2021, Baker & Baker ha sido capaz de superar estos retos y de trazar un camino claro para el crecimiento futuro.
Tras la importante separación de negocios a través de la venta de CSM Ingredients en abril de 2021, ha consolidado su posición como proveedor líder de productos de panadería, bollería y pastelería dentro de los segmentos de retail, tradicional, hostelería y restauración en todos los principales mercados europeos. Además, una serie de lanzamientos de productos relevantes para el mercado ha reforzado la curva de crecimiento de la empresa, destacando entre ellos, la ampliación de la reconocida gama de palmeras hojaldradas y sus llamativas berlinas «Boomies», listas para servir.
El crecimiento récord del portafolio de licencias de Baker & Baker también supuso una parte importante de sus resultados financieros en 2021/2022. A través de su acuerdo exclusivo con Mondelez, Baker & Baker fabrica y vende una amplia gama de rosquillas, muffins y cookies, bajo las emblemáticas marcas Oreo y Milka. La gama de productos que opera bajo la licencia de Mondelez alcanzó un récord de ventas en la distribución al por menor de más de 100 millones de euros en el 2021, y se prevé que la continua demanda de los consumidores por productos que aporten “placer” junto a un elevado reconocimiento de la marca ofrezca un mayor crecimiento en el 2022.
Baker & Baker cuenta también con un plan de desarrollo de nuevos productos para esta gama de licencias este año. Los planes de expansión futuros de la empresa resultarán también de la expansión y refuerzo de su presencia en Europa del Este y en otros mercados emergentes.
A finales de este año, Baker & Baker está preparando además la apertura de su primera oficina en Polonia para atender a los clientes tanto del país como de otros mercados de Europa del Este.
Baker & Baker ha seguido invirtiendo en sus fábricas durante el último año, sobre todo con la instalación, de varios millones de euros, de un sistema para la manipulación de chocolate líquido en Bradford (Inglaterra) y en Delmenhorst (Alemania), y de una tecnología para automatizar la manipulación de productos como el pan en Santo Tirso (Portugal) y las líneas de cookies en Bradford.
En palabras de John Lindsay, director general de la firma, «nuestro primer año como Baker & Baker ha sido un viaje increíble. Completar con éxito una compleja separación de negocios en condiciones normales de mercado es un reto, pero teniendo en cuenta la inflación de las materias primas y el impacto del COVID-19, hemos demostrado una enorme resistencia y agilidad para obtener unos resultados financieros impresionantes. La experiencia, el compromiso y el duro trabajo manifestado por nuestros colegas durante un período turbulento ha sido igualmente fundamental para impulsar este crecimiento. Nuestras prioridades para los próximos doce meses se basan en la construcción sobre estos sólidos cimientos, con una mayor inversión en productos nuevos y ampliaciones de gamas de productos, aumentando nuestra presencia en los mercados emergentes y maximizando el potencial de nuestra gama de licencias con Mondelez».