Emcesa desarrolla y perfecciona cada día sus técnicas con el único objetivo de ofrecer al cliente productos que se adapten a su día a día sin perder calidad. Por eso, la compañía toledana ha impulsado su categoría de productos congelados a través de la técnica Individual Quick Freezing (IQF).
“Alcanzar las 50 referencias en una de las categorías que más soluciones aporta a nuestros consumidores en su día a día en la cocina supone para nosotros saber que estamos en la línea correcta. Los procesos de innovación en las técnicas que aplicamos a nuestros productos garantizan los estándares máximos en cuanto a calidad de producto y seguridad alimentaria se refiere. Además, la especialización que hemos alcanzado con el congelado IQF, que es además una de las técnicas más seguras, nos mantiene a la vanguardia como una de las empresas más innovadoras del mercado, algo de lo que estamos orgullosos”, explica Javier Mancebo, director general de Emcesa.
La categoría de congelados de Emcesa está compuesta por seis subcategorías de producto, entre las que están los embutidos, los empanados y adobados, las picadas y burgers, los productos diseñados para colectividades, las brochetas y los pinchos; gama especialmente diseñada para facilitar el día a día del consumidor y suponerle un ahorro importante de tiempo en la cocina.
Los productos de Emcesa congelados bajo la tecnología IQF se presentan al público garantizando la textura, valor nutritivo y sabor iguales a los de un producto fresco. La utilización de nitrógeno permite que los microcristales de hielo que se forman dentro de los tejidos durante la congelación sean de tamaño muy pequeño, lo que evita que las paredes celulares de las fibras musculares se rompan y que al descongelar el producto no exista derrame de fluidos.