El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, remarcó ayer la necesidad de progresar y alcanzar un acuerdo sobre la reforma de la Política Agraria Común (PAC) en otoño para que los Estados miembros puedan culminar el diseño de los planes estratégicos nacionales.
Así, durante el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea (UE), el ministro ha asegurado que España está en disposición de contar con su plan estratégico a principios de 2021 para presentarlo oficialmente a mitad del próximo año para entrar en vigor en 2023. Entre tanto, en 2021 y 2022, la PAC continuará ejecutándose de la misma manera, si bien con nuevos presupuestos.
Por ello, Planas ha solicitado que se avance lo más rápidamente posible en la estrategia “De la granja a la mesa” para poder incorporar sus objetivos al plan estratégico nacional de la PAC. Ha pedido tiempo, presupuesto y flexibilidad para que los productores perciban el cambio como una oportunidad y no como una amenaza.
Ha sido tajante al afirmar que “si los europeos adoptamos reglas más estrictas para la producción agrícola y ganadera, tendremos que aplicar unas reglas semejantes para la importación de productos de países terceros”.
Además, ha remarcado que quienes van a realizar un mayor esfuerzo por adoptar nuevas formas de producción, cada vez más respetuosas con el entorno, deben percibir un precio adecuado. Ese es el objetivo del Gobierno de España que trabaja en un anteproyecto de ley de modificación de la ley de la cadena alimentaria para fortalecer la posición negociadora de agricultores y ganaderos.
En cuanto a la situación de los mercados, el ministro ha pedido la rápida entrada en vigor del artículo 167 de la Organización Común del Mercados Agrarios (OCMA) para el aceite de oliva con el fin de que la legislación nacional pueda incorporar esta medida antes de la próxima campaña.
Ha recordado la incertidumbre que hay en el sector con respecto a los aranceles de Estados Unidos y que a mitad de agosto se conocerá en qué se concretan. Ha trasladado a la Comisión Europea la necesidad de intensificar los esfuerzos diplomáticos para normalizar las relaciones comerciales con los Estados Unidos y evitar la imposición de aranceles.
Respecto al sector del vino, ha solicitado un incremento de los fondos para el Programa de apoyo al sector vitivinícola español (PASVE) para compensar los gastos extraordinarios afrontados en 2020 por los efectos de la COVID-19.
También ha pedido medidas de apoyo excepcional para el sector de la ciruela, cuyas exportaciones se han visto afectadas por el cambio unilateral de Brasil en las condiciones fitosanitarias aplicables a la importación de esta fruta española.