Constellation Brands ha registrado unas pérdidas netas atribuidas de 525,2 millones de dólares en su segundo trimestre fiscal, finalizado en agosto, frente a las ganancias de 1.149,5 millones de dólares contabilizadas en el mismo periodo del ejercicio anterior. Tal y como explica la compañía, esta diferencia en el resultado neto se corresponde con el impacto atípico de las inversiones no consolidadas, que ha supuesto un gasto de 1.324,7 millones de dólares en el trimestre.
Por su parte, las ventas netas de la empresa, dueña de marcas como Corona, ascendieron a 2.344 millones de dólares, lo que supone un incremento del 1,9% respecto al mismo periodo del año anterior. En concreto, las ventas de cerveza crecieron un 7%, hasta los 1.640,4 millones de dólares, mientras que la división de vino y bebidas espirituosas cayeron un 9%, hasta los 703,6 millones de dólares.
En el conjunto del primer semestre fiscal, la compañía ha registrado unas pérdidas netas atribuidas de 770,6 millones de dólares, frente a las pérdidas de 1.893,3 millones de dólares de los primeros seis meses del ejercicio precedente. Los ingresos netos, se situaron en 4.441,2 millones de dólares, un 2,2% más.
En palabras de David Klein, director financiero de la multinacional, “continuamos brindando un desempeño operativo impresionante en el negocio de la cerveza y resultados de flujo de efectivo. Las recompras de acciones que realizamos durante el trimestre reflejan la confianza que tenemos en nuestro modelo comercial a largo plazo y nuestro compromiso continuo de devolver efectivo a los accionistas”.