Osborne registró el pasado año unas ventas netas de 218 millones de euros frente a los 233 millones de euros del ejercicio anterior, lo que supone una reducción del 6,4%. No obstante, la facturación de las marcas propias del grupo si se elevó un 3%, tal y como ha informado la compañía en un comunicado.
El grupo acaba de celebrar su Junta General de Accionistas en la que se han aprobado las cuentas del ejercicio 2018 y se han compartido las principales líneas del Plan Estratégico 2019-2021: el crecimiento de las marcas propias premium, la actividad de distribución en España y la consolidación de la organización sustentada en el orgullo de pertenencia, el espíritu de equipo, la innovación y la orientación a resultados.
Asimismo, el beneficio de explotación ha sido de 36,5 millones de euros, lo que supone una caída del 12%, respecto a 2017.
Osborne destaca el desarrollo de su marca de ginebra Nordés, así como el refuerzo del posicionamiento de Cinco Jotas, la apuesta por la innovación y la extensión de gama en Carlos I y el refuerzo de la posición competitiva de marcas icónicas como Anís del Mono, Veterano o Magno.
En palabras de Ignacio Osborne, presidente de la compañía, “el ejercicio 2018 ha sido un año clave en el que hemos renovado y reforzado nuestra organización y en el que hemos aprobado un plan estratégico sustentado en el crecimiento de nuestras marcas premium y en la innovación y el desarrollo del portafolio”.