Cada año, alrededor del 20% de los alimentos producidos en la Unión Europea se pierden o desperdician, causando daños sociales, medioambientales y económicos inaceptables. Para poder tomar medidas efectivas, la Comisión Europea ha adoptado un Acta Delegada que establece una metodología común de medición del desperdicio de alimentos.
El objetivo es ayudar a los Estados miembros a cuantificar el desperdicio de alimentos en cada etapa de la cadena de suministro de alimentos. Sobre la base de una definición común de desperdicio de alimentos, la metodología garantizará un monitoreo coherente de los niveles de desperdicio de alimentos en toda la UE, ha señalado la Comisión.
La prevención del desperdicio de alimentos se identificó como una de las áreas prioritarias en el Plan de Acción de Economía Circular adoptado por la Comisión en diciembre de 2015. Además, el desperdicio de alimentos es uno de los diez indicadores principales del Marco de Monitoreo de la Economía Circular.
A este respecto, Frans Timmermans, primer vicepresidente, ha señalado que «el desperdicio de alimentos es inaceptable en un mundo donde millones de personas aún padecen hambre y donde nuestros recursos naturales, que hacen posible la vida humana y el bienestar, son cada vez más escasos. Es por eso que hemos definido los alimentos».
“La prevención de residuos es una prioridad clave en la construcción de una economía circular y una sociedad sostenible. Para lograr un cambio, tenemos que ser capaces de medir adecuadamente el desperdicio de alimentos. Me complace ver a la UE desarrollar la primera metodología integral de medición de desperdicios de alimentos y rastro a nivel mundial”, ha añadido.
Por su parte, Jyrki Katainen, vicepresidente de Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad, a cargo de Salud y Seguridad Alimentaria, afirmó este lunes en un discurso de apertura a la Plataforma de la UE sobre Pérdidas de Alimentos y Desperdicios de Alimentos que «el caso comercial para la prevención del desperdicio de alimentos es convincente. La investigación muestra un retorno de la inversión de 14: 1 para las empresas que integraron la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos en sus operaciones. Cuento con la participación activa de los operadores de negocios de alimentos para medir, informar y actuar en los niveles de desperdicio de alimentos”.
“En el desperdicio de alimentos, como en la vida, lo que se mide, se maneja. Para poder implementar programas nacionales efectivos de prevención de desperdicio de alimentos y promover la circularidad en la cadena alimentaria, necesitamos saber dónde, qué, cuánto y por qué estamos perdiendo recursos alimenticios. Estamos dando el paso decisivo para obtener este conocimiento», afirmó.
Implementación del Acta Delegada
Gracias a la legislación revisada de la UE sobre residuos, adoptada en mayo de 2018 como parte del Plan de Acción de la Economía Circular, se han introducido medidas específicas para la prevención de residuos alimenticios que proporcionarán a la UE datos nuevos y coherentes sobre los niveles de residuos alimentarios. La nueva legislación sobre desechos requiere que los Estados miembros implementen programas nacionales de prevención de desperdicios de alimentos y, lo que es importante, reduzcan el desperdicio de alimentos en cada etapa de la cadena de suministro, monitoreen e informen sobre los niveles de desperdicios de alimentos.
Si bien la Ley Delegada define lo que debe medirse como desperdicio de alimentos en cada etapa de la cadena de suministro de alimentos y cómo debe llevarse a cabo, proporciona flexibilidad en cuanto a cómo se debe realizar la recopilación de datos a nivel nacional.
Con el apoyo de la Plataforma de la UE sobre Pérdidas y Desperdicios de Alimentos y otros grupos de expertos pertinentes, la Comisión seguirá de cerca la implementación del Acta Delegada, organizando intercambios regulares con los Estados miembros para facilitar la implementación práctica y compartir el aprendizaje.
Sobre la base de la metodología, se espera que los Estados miembros establezcan un marco de seguimiento con 2020 como primer año de informe para proporcionar los primeros datos sobre los niveles de desperdicio de alimentos a la Comisión a mediados de 2022.
El Acta Delegada está sujeta a control por los colegisladores y se enviará al Parlamento y al Consejo a finales de julio.