La semana de vacaciones que los viajeros asiáticos disfrutaron en febrero con motivo del Año Nuevo Chino actuó como un balón de oxígeno para los comercios españoles. De hecho, sus ingresos por compras de turistas de larga distancia crecieron un 14% en el primer trimestre, según datos del Barómetro del Turismo de Compras de Global Blue.
En este sentido, el operador internacional de tax free destaca que los datos evidencian que cuanto más se aleja un turista de su país de origen mayor es su propensión al gasto. De hecho, el incremento de los ingresos por parte de turistas coreanos y chinos, que aumentaron un 79% y un 16% hasta marzo, respectivamente, contribuyó a invertir en el arranque de año la tendencia negativa (-5%) con la que España cerró 2018.
Teniendo en cuenta que el turismo de compras es un turismo de ciudades y no de países, Barcelona fue la ciudad española que más incrementó sus ingresos por shopping de extracomunitarios, con un 19% en el primer trimestre, seguida de Madrid, con un 11%.
Según el director general de Global Blue, Luis Llorca, “un turista chino o coreano, pongamos por caso, no diferencia entre Madrid o Barcelona. Para él todo es España. Esta percepción evidencia que lo realmente eficaz es remar todos a una a la hora de diseñar las estrategias orientadas a desestacionalizar la demanda y aumentar el gasto por viajero”.
Como ejemplo de colaboración efectiva, Global Blue destaca la digitalización de la devolución del IVA, conocida como DIVA, “una medida que está permitiendo mejorar la experiencia de compra de los turistas de largo radio al reducir de una hora a un minuto los trámites de devolución del impuesto en el aeropuerto”.
Así, “este procedimiento digital no solo marca un antes y un después en el posicionamiento de España como destino de shopping sino que contribuye a generar mayores ingresos por compras, dado que alrededor del 60% del dinero que se devuelve en el aeropuerto, se queda en sus tiendas, propiciando un círculo virtuoso de compra y devolución” añade el operador.
Además, DIVA también genera un retorno positivo para el sector público, al aumentar la eficacia de los controles sobre las exportaciones, reforzar la seguridad del procedimiento de devolución del impuesto evitando posibles fraudes y al reducir costes como consecuencia de digitalizar la Administración.
En opinión de Llorca, “DIVA es el mejor sistema de validación digital europeo, un ejemplo de éxito de colaboración público-privada y una medida muy eficaz para mejorar la posición de España en el segmento de turismo de shopping, pues la devolución del impuesto es la última impresión que se lleva el viajero del país. Si esta es buena nos prescribirá en su entorno”.