Emcesa está al frente del proyecto ANPROCAF de I+D, que arranca con una inversión de más de 300.000 euros y desarrollará productos cárnicos con nuevas tecnologías y el uso de aceites de origen vegetal o marino.
Financiado por el Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) con fondos FEDER de la Unión Europea, el proyecto “Sistemas de estructuración de aceites como estrategia del contenido y perfil de ácidos grasos de productos frescos” tiene una duración de dos años,
Emcesa lidera esta iniciativa que constituye una de las líneas de investigación de mayor interés para la industria cárnica actual y responde al propósito general de desarrollar alimentos funcionales basados en procesos de reformulación. Así, mediante la tecnología y la innovación actual se pretende favorecer la presencia de compuestos bioactivos y dotar a los productos cárnicos de unas declaraciones nutricionales y propiedades más saludables.
En este contexto, el proyecto ANPROCAF nace con el objetivo primordial de elaborar nuevos derivados cárnicos, como chorizo, longaniza y hamburguesas, a partir de nuevos materiales que sustituyan la grasa animal por otras grasas alternativas, mejorando así sus propiedades saludables.
Es decir, mediante el uso de aceites de origen vegetal o marino y el empleo de tecnologías desarrolladas por el centro de investigación, se obtendrían análogos de grasas sustitutivas de las animales. Estos nuevos productos cárnicos contarían con un mejor perfil graso, conforme con las actuales recomendaciones sobre salud.
Junto con Emcesa, el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, colabora en este proyecto mediante la aportación de tecnología.