La Universidad Autónoma de Madrid y Carrefour han firmado un convenio de colaboración para la creación del Programa “Retos de innovación de alto impacto social UAM-Carrefour” que tiene como objetivo generar proyectos basados en la innovación abierta desde una ciencia de excelencia para la resolución de retos específicos de nuestra sociedad.
En concreto, el primer reto elegido ha sido la minimización del desperdicio alimentario para cuya consecución se contará con la colaboración de Calidad Pascual, Barilla y Danone, tres entidades proveedoras de Carrefour.
Tal y como han destacado las entidades firmante del convenio, “los retos o demandas de soluciones de base científico tecnológica contra el desperdicio alimentario han sido canalizados a los grupos de investigación de la UAM quienes han propuesto diversas pre-soluciones desde distintos enfoques científicos. Finalmente, cada empresa ha decidido cuáles desarrollar como proyectos individuales”.
Por un lado, el acuerdo con Danone tiene como objeto el estudio del comportamiento del consumidor respecto los factores relacionados con el desperdicio y reciclaje de los yogures durante su ciclo de vida en el hogar. Por su parte, con Barilla se desarrollarán estrategias y herramientas para minimizar el desperdicio alimentario en el hogar relacionado principalmente con fórmulas culinarias que tengan pasta como elemento principal. Por último, con Calidad Pascual se estudiarán las posibilidades de aprovechamiento de la okara (subproducto en la fabricación de leche de soja) para productos de consumo humano.
Según Javier Ortega, vicerrector de Innovación, Transferencia y Tecnología de la UAM, “cerca de 1.300 millones de toneladas de alimentos producidos para el consumo humano se pierde o se desperdicia en todo el mundo al año. Tenemos el reto de disminuir un dato alarmante en el que la UAM tiene los medios necesarios para proponer soluciones que mejoren esta situación”.
Para Arturo Molinero, director de RRHH y Relaciones Externas de Carrefour, “Carrefour, que cuenta con política de Cero Residuos, realiza de manera habitual prácticas que fomentan el consumo responsable entre clientes, colaboradores y proveedores. Además apoyar la investigación desde el ámbito docente es necesaria a la hora de abordar cualquier forma de despilfarro (alimentario, energético…) y es clave para una correcta concienciación medioambiental”.