Galicia aprueba la inscripción de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Vaca y Buey de Galicia en el registro comunitario de denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas, después de que no se presentara ninguna oposición al registro del pliego de condiciones.
Así, el sello de calidad queda aprobado a nivel nacional y podrá empezar a comercializarse una vez se logre la protección nacional transitoria. Ahora se remitirá esta resolución, junto con el resto de la documentación pertinente, al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, para que transmita la solicitud de inscripción a la Comisión europea y que alcance también este reconocimiento a nivel comunitario.
La IGP ampara la carne fresca y casquería procedentes de vacas y bueys de Galicia, que se comercializa en todo tipo de cortes y pertenezcan a las principales razas de ganado vacuno existentes en Galicia: rojiza gallega, morenas gallegas, asturiana de los valles, limusina, rojiza de Aquitania, pardo alpina y frisona. Para que sean reconocidos como tal, los animales deben nacer, criarse, engordarse, sacrificarse y desguazarse en nuestra comunidad.
A través de este sello de calidad, se pretende así acabar con un etiquetado fraudulento del uso de términos como carne, vaca o buey gallega, entre otras. A partir de ahora, será necesario demostrar la rastreabilidad de estos productos y que cumplen las características que se establecen en el pliego de condiciones.
Esta nueva indicación se suma así a la de Ternera Gallega que existe desde el año 1994, pero limitada para animales de menos de 18 meses, con unos 89.000 canales certificados y cerca de 20.000 toneladas vendidas al año. Se calcula que la nueva IGP de vacuno podría llegar en siete u ocho años a 25.000 canales y comercializar unas 8.500 toneladas de carne vacuno mayor de calidad, con unas 10.000 explotaciones ganaderas inscritas.