Entre 2011 y 2015, el número de superalimentos ha experimentado un incremento del 202%. Bajo los términos de “supercomida”, “superfruta” o “supergranos”, los consumidores de todo el planeta nunca habían tenido tantos superproductos entre los que elegir.
Así, los consumidores pueden encontrar nuevos productos en los lineales como la cúrcuma, un ingrediente que puede usarse en alimentos o bebidas tales como las bebidas deportivas, lo que abre la puerta a investigar sus posibilidades en bebidas para después del ejercicio o como suplemento para la tercera edad, según Mintel.
Otro superalimento es la moringa, cuyas diminutas hojas contienen nutrientes, vitaminas, minerales y fitoquímicos. Todo ello, unido a sus efectos antiedad derivados de sus grandes concentraciones de la hormona vegetal zeatina, hace que la moringa se utilice sobre todo en productos para el cuidado de la piel. Sin embargo, también aporta beneficios para la salud, por lo que tiene un importante potencial como ingrediente en alimentos para la belleza.
Los granos antiguos son alternativas al trigo tradicional y están complementados con componentes funcionales y nutricionales, a la vez que proporcionan nuevos sabores y texturas. Los granos antiguos que de forma natural no tienen gluten, como la quinoa, el amaranto, el mijo o el tef, se han hecho muy populares conforme aumenta el conocimiento sobre la intolerancia al gluten y la celiaquía.
Las legumbres también están de moda. Las judías o legumbres secas son las preferidas de los nutricionistas por su bajo contenido en grasas, su alto aporte de proteínas, su elevado contenido en fibras y nutrientes, y su bajo índice glucémico. Aprovechando que las Naciones Unidas han elegido 2016 como el Año Internacional de las Legumbres y que se mantiene la presión para incrementar el valor nutricional de la comida procesada, las legumbres pueden ayudar a reconstruir la buena reputación de saludables de ciertos productos.
El pequeño tamaño de las semillas no impide que sean grandes contenedores de nutrientes. Las semillas ricas en nutrientes son una fuente inteligente de proteínas y grasas. Sin embargo, sólo algunas de estas semillas ofrecen un contenido completo de proteínas: la mezcla de semillas puede ayudar a mejorar sus cualidades proteínicas.