En 2015, el gran consumo registró su mejor resultado desde que comenzó la crisis. Así, con un crecimiento del 1,7%, los españoles gastaron 71.000 millones de euros el pasado año, de los cuales 21.000 millones correspondieron a productos frescos.
“Todas las secciones del supermercado crecieron el año pasado gracias a un entorno más optimista de consumo, por lo que el mercado muestra síntomas de recuperación sólidos”, asegura Gustavo Núñez, director general de Nielsen Iberia.
Además, este crecimiento se produce incluso en un año en el que los precios han crecido un 0,7%, debido en gran parte al incremento experimentado por el aceite de oliva. De hecho, si se excluye este producto, la inflación de la cesta de la compra hubiera sido del 0,3%.
Los españoles compraron un 1% más en volumen que el año anterior y un 0,7% más en valor. Por tanto, se deduce que las cestas de la compra están más llenas con precios estables, lo que proporcionaron un crecimiento del sector solo parecido al registrado durante 2011, cuando creció un 1,5%.
“Este año se confirma que el volumen vuelve a crecer a pesar de tener menos población, lo que consolida la recuperación de la demanda”, asegura Alfonso Delgado, responsable de Nuevos Mercados de Nielsen.
Este crecimiento se produce por una mejora de la confianza de los españoles, que a su vez se produce por una cierta recuperación del empleo y a las mejoras de renta, que proporcionan unos euros más a los bolsillos de los consumidores.
“Sin embargo, hay algunas sombras en el horizonte como la caída de la población en España, que se reducirá previsiblemente en un millón de personas en los próximos 15 años, y ciertas incertidumbres políticas y económicas, aunque la cesta de la compra es menos permeable a estos vaivenes que otros sectores como la automoción. Uno no deja de comer por la incertidumbre del país, pero sí posponer ciertos gastos como comprar un coche o renovar un electrodoméstico”, asegura Núñez.
En 2015, España lidera el crecimiento en gran consumo entre los principales países de Europa, con dos puntos por encima de Portugal y tres puntos sobre el Reino Unido.
Los frescos, siguen al alza
Los productos frescos crecieron el pasado año un 3,3% frente al 2,4% de incremento de las categorías envasadas. Las frutas y verduras son las que mejor evolucionan, con incrementos del 9,8% y 8,1%, respectivamente. En cambio, la carne, que es el principal producto perecedero de la cesta de frescos, descendió en ventas un 0,3%.
En la alimentación envasada, los productos frescos fueron también los que mejor se comportaron, con un crecimiento del 3,1%. Este dato es ligeramente superior al global de la alimentación envasada (2,7%).
“Los productos frescos continúan siendo una prioridad estratégica de los hipermercados y supermercado. El canal especialista continúa siendo muy relevante contando todavía con gran parte de la manzana (45,5% de cuota de mercado)”, explica Delgado.
En cuanto al resto de categorías de la cesta de la compra, todas crecieron. En concreto, las bebidas incrementaron sus ventas un 2,1%, la droguería un 1,7% y la perfumería un 0,3%, aunque esta última afectada por una bajada de precios, por lo que su evolución fue más plana.
En productos envasados, los hipermercados y supermercados experimentan un crecimiento del 0,3%, frente al 1,2% de la categoría de frescos, y obtiene una cuota del 89% mientras que en frescos, la participación es del 54,5%.