Eroski ha firmado los contratos de restructuración de su deuda financiera, conforme a los términos y condiciones ya acordados a finales del pasado julio con sus principales entidades acreedoras. El acuerdo rubricado muestra el total respaldo de la banca a su modelo de negocio y despeja su horizonte financiero hasta 2019.
El acuerdo ha sido suscrito por entidades acreedoras que representan el 95% de la deuda financiera del Grupo, y Eroski solicitará la homologación de los citados acuerdos de reestructuración para la extensión de sus efectos al 5% restante.
El presidente de Eroski, Agustín Markaide, ha valorado positivamente la firma del acuerdo que “marca un cambio de ciclo con un futuro despejado para afrontar los retos definidos en el Plan Estratégico con las necesidades financieras cubiertas. Hemos superado una etapa compleja y es el momento de mirar al futuro, de culminar el desarrollo del nuevo modelo comercial “contigo” y de recuperar las inversiones para fortalecer nuestros negocios más estratégicos.” Y ha añadido que “la reestructuración del pasivo permite reforzar la atención sobre nuestro negocio de distribución, la base de toda nuestra actividad, para ir consolidando los pasos en torno a un nuevo EROSKI más focalizado en sus fortalezas y más rentable.”
La reestructuración divide la deuda de Eroski en diferentes tramos, atendiendo al origen de esa deuda y la naturaleza de sus garantías, con un tramo de deuda senior, por importe de 791 millones de euros; un tramo de deuda ligada a desinversiones, por 300 millones de euros; un tramo de deuda no estructural, de 948 millones de euros; y un tramo de deuda inmobiliaria, por 105 millones de euros. Este acuerdo global de reestructuración financiera se extenderá a los sindicados inmobiliarios a lo largo del primer trimestre. También se acuerda la renovación de las actuales líneas de circulante por 371 millones de euros.
La nueva estructura financiera ofrece una solución sostenible para los próximos años y está alineada con la capacidad de la compañía de generar un ebitda positivo recurrente, que ha mostrado una sólida estabilidad en torno a los 250-300 millones de euros anuales a pesar de la crisis económica y la caída del consumo.