A los europeos les preocupa conocer el origen de los alimentos que se consumen, sobre todo en lácteos y carnes frescas. Recelan de leyendas del tipo 'Procedente de la UE' y demandan el país concreto donde ha sido producido el artículo.
Así, el 84% de los europeos quiere saber de dónde procede la leche y los productos lácteos elaborados, mientras que el 77% desea conocer dónde han sido elaborados los productos y casi un 70% cree necesario saber también dónde se ha producido la leche, según el Eurobarómetro.
En esta encuesta se recordaba a los participantes que la indicación del origen ya es obligatoria para el vacuno y va a serlo en breve para otras carnes, como cerdo, pollo, cordero y cabra. El 88% entendía que esta obligación debía extenderse también a más carnes, como el conejo o el ciervo.
Preguntados sobre qué entendían por origen, el 83% de los entrevistados aseguró que se trataba del lugar donde el animal fue criado, pues era ésa la información que ellos demandaban. En menor porcentaje les preocupaba dónde se procede al sacrificio, el 62%, mientras que menos de la mitad de los participantes quería saber dónde había nacido el animal. Los encuestados en este Eurobarómetro estarían dispuestos a pagar entre un 1% y un 2% más por disponer de esta información, según informa la OCU.