ME Tonic, la tónica premium de burbuja fina y persistente que conquistó a los más exigentes, cumple un año. Para celebrar su primer aniversario, así como el millón y medio de botellas distribuidas, presenta una edición especial de su botella con un diseño joven, único, urbanita y muy desenfadado.
Tras 12 meses desde su lanzamiento, ME Tonic sigue con el reto de seguir innovando y conquistando paladares con su sabor suave de ingredientes exóticos y naturales.
Si la botella de ME Tonic, la más alta del mercado, es única en sí misma gracias a sus líneas ergonómicas -muchos amantes del diseño se la llevan de las terrazas y coctelerías casi a escondidas-; ahora la edición exclusiva y limitada de la botella se presenta en serigrafía dirigida a aquellos que van más allá de las propuestas premium: amantes del comic, la ilustración, el arte urbano y las capitales más cosmopolitas.
Para dar con el diseño especial de su botella, ME Tonic puso en marcha un concurso en el Instituto Europeo de Diseño de Madrid (IED) entre jóvenes promesas del diseño. Una apuesta de una marca joven, por la frescura, la libertad creativa y el saber hacer de jóvenes artistas y futuras promesas del diseño internacional.
El autor de este diseño es Jonathan Castro Achaques. Un artista gráfico madrileño de 21 años que, rotulador en mano, creó la ciudad ME Tonic con líneas precisas pero dinámicas y con el verde de la marca como protagonista. Llama la atención cómo ha convertido el logo en un ligero globo aerostático del que cuelga una mini botella que sobrevuela la urbe de comic. Todo con un toque de suavidad, frescura y simpatía propios del sabor de ME Tonic.
En boca es muy refrescante, se muestra intensa y compleja con una entrada agradable gracias a sus notas cítricas del yuzu japonés y su burbuja fina y persistente. Un perfecto equilibrio agridulce con un retrogusto seco y algo amargo, gracias a la quinina natural.