El secretario general de Pesca, Carlos Domínguez, destacó que la acuicultura es “una industria mundial, que ofrece oportunidades globales de desarrollo y plantea importantes retos, especialmente en lo tocante a la sostenibilidad medioambiental de la producción y a la calidad y seguridad de los productos”.
Así se expresó Domínguez en el taller de trabajo “Estrategia de desarrollo sostenible de la acuicultura en España (EDSAE), en el marco del proyecto “Mediterrane-on: estrategia y análisis”, que organiza en Madrid la Fundación Observatorio Español de Acuicultura (OESA), organismo dependiente del MAGRAMA, la pasada semana.
En su intervención Domínguez destacó que la acuicultura es una actividad económica importante en muchas zonas costeras y continentales de la Unión Europea, que ha logrado importantes avances en lo que se refiere a sostenibilidad, a seguridad y a calidad de sus productos.. No obstante, Domínguez ha precisado que este sector necesita del impulso de determinadas medidas para incrementar su producción.
Con este objetivo, Domínguez ha comentado que el documento de la Comisión de 2009 sobre la Nueva Estrategia de Desarrollo Sostenible de la Acuicultura Europea aborda una serie de desafíos “que son, en gran medida, coincidentes con la situación en nuestro país hoy en día”.
De esta forma, en este documento se señalan una serie de problemas, “que queremos identificar como retos”, a los que hay que hacer frente en un futuro inmediato. En concreto, Domínguez ha apuntado que uno de los principales problemas a los que se enfrente la acuicultura española es el del incremento de la competitividad de terceros países por el mercado europeo, cuyos productos “se posicionan en clara ventaja frente al producto español debido a que la normativa que regula este sector en estos países está considerablemente menos avanzada”, ha recalcado.
Ante esta situación, Domínguez considera necesario que los productos procedentes de estos países cumplan con los mismos requisitos (sanitarios, higiénicos…) que el producto nacional. Sin embargo, el secretario general ha indicado que “juega a nuestro favor” la creciente demanda de productos acuícolas de calidad, por lo que resulta fundamental que todas las instituciones implicadas y el sector apueste por la innovación y el desarrollo tecnológico, para fortalecer el futuro de la acuicultura española.
Asimismo, Domínguez ha explicado que la estabilidad empresarial del sector pasa por la diversificación de la producción con nuevas especies y con la introducción de nuevas presentaciones, “que cuenten con buenas perspectivas de mercado y resulten atractivos al consumidor”.
Otro de los aspectos que ha destacado el secretario general es el desarrollo de una acuicultura respetuosa con el medio ambiente, lo que otorga un valor añadido al producto y, al mismo tiempo, asegura la continuidad a largo plazo de la actividad. Domínguez ha apuntado que para hacer compatible el desarrollo económico y social con el respecto al medio ambiente, se hace necesaria una planificación de la actividad en el marco de una gestión integrada.
En esta línea se enmarca el proyecto “La actividad acuícola como motor de desarrollo rural y dinamizador del empleo verde en Extremadura”, que desarrolla la Fundación OESA dentro del programa Empleaverde, de la Fundación Biodiversidad. Según ha explicado Domínguez, este proyecto tiene como objetivo fomentar la sostenibilidad de la actividad acuícola continental a través de la formación de trabajadores del medio rural.