El último informe bianual de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) asegura que los precios de los productos básicos agrícolas se mantendrán presumiblemente altos y volátiles durante el resto del año, así como en 2012.
Estos precios se deben al fuerte descenso de las existencias frente a un modesto incremento de la producción general en la mayoría de los cultivos.
Los próximos meses serán cruciales para determinar la forma en que se comporten este año los principales cultivos, según los expertos. Aunque las perspectivas son esperanzadoras en algunos países, como la Federación de Rusia y Ucrania, las condiciones meteorológicas, con lluvias demasiado escasas o en algunos casos demasiado abundantes, pueden perjudicar los rendimientos del maíz y del trigo tanto en Europa como en Norteamérica.
«La situación general de los cultivos agrícolas y los productos alimenticios es de tensión, con los precios mundiales en niveles obstinadamente altos, lo que supone una amenaza para muchos países de bajos ingresos y con déficit de alimentos», según David Hallam, director de la división de Comercio y Mercados de la FAO.
Los precios internacionales de los alimentos, que a principios de año subieron bruscamente hasta los niveles alcanzados en la crisis alimentaria de 2007-08, bajaron un 1% en mayo. El índice de la FAO para los precios de los alimentos tuvo un promedio de 232 puntos en mayo, frente a una estimación revisada de 235 puntos en abril, pero se situaba todavía un 37% por encima de su nivel en mayo de 2010.
Los descensos en los precios internacionales de los cereales y el azúcar fueron responsables de la ligera bajada en el índice de mayo, compensando con creces los incrementos en los precios de la carne y productos lácteos.
Las actuales perspectivas para los cereales en 2011 apuntan a una cosecha récord de 2.315 millones de toneladas, con un incremento del 3,5% respecto a 2010, cosecha que experimentó un descenso del uno por ciento en relación a 2009.
Se espera que la producción mundial de trigo se sitúe un 3,2% por encima del pasado año, reflejando principalmente la mejora de los rendimientos en la Federación de Rusia. Y las perspectivas para la producción mundial de arroz apuntan a una cosecha récord de 463,8 millones de toneladas, con un incremento del 2% respecto al año pasado.