La Asamblea General de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) aprobó por amplia mayoría el proyecto de reforma en el que ha estado trabajando durante un año, tras mandato expreso de la propia Asamblea en 2010.
Dicha reforma tiene como objetivo adaptar la patronal a los nuevos tiempos, afianzando su carácter representativo de los intereses de la industria alimentaria española. Además, se pretende mejorar la eficacia operativa de la organización y simplificar la ejecutiva.
Los cambios aprobados permitirán que FIAB se asemeje en mayor grado a la estructura de muchas otras organizaciones empresariales españolas, y a sus homólogos en otros países de la UE. El proceso iniciado en el día de hoy es similar al ya implantado por 22 de las 27 federaciones nacionales alimentarias de países de la Unión Europea, y al de la propia Confederación Europea de Industrias de Alimentación y Bebidas (CIAA).
Para Jesús Serafín, presidente de FIAB, “La Federación ha dado un paso definitivo en un proceso que permitirá reforzar su estructura organizativa, y hará más visible su posición en la sociedad, con el objetivo último de consolidar su liderazgo como representante del primer sector industrial español, que supone un 8% del PIB nacional”.
En los últimos años el entorno en el que trabaja FIAB, que lleva 34 años representando los intereses del sector, ha cambiado de manera sustancial debido a diferentes motivos. En primer lugar los procesos legislativos que afectan a la industria no son sólo sectoriales, sino cada vez más transversales. El creciente papel de las Instituciones Europeas en la actividad regulatoria, la ampliación de las políticas comunitarias y el desarrollo del Estado- con un mayor reparto de competencias entre las CC.AA.-, han ampliado el campo de acción de la Federación.
Por otro lado, las áreas de interés tradicionales (negociaciones comerciales internacionales, política agraria, etc.) se han ido ampliando a nuevos ámbitos de mayor complejidad (seguridad alimentaria, nutrición, medio ambiente, etc.). Estos nuevos retos requieren de una organización que evolucione al mismo tiempo para afrontarlos de manera ágil y con garantías de éxito.