La inmigración continúa siendo un motor fundamental para la industria de invernadero ya que representa el 36% de la mano de obra, es decir, 27.537 personas. El 70,2% son hombres y el 30,8% mujeres, según la I Radiografía del empleo en la horticultura andaluza de invernadero, elaborada por Hortyfruta.
La inmigración ha ido adquiriendo cada vez mayor importancia al abrigo de los invernaderos. Los países que aportan un mayor número de mano de obra son Marruecos (38%); Rumania (22%) o Ecuador (8%), entre otros.
Los puestos mayoritariamente ocupados por los hombres, y donde más personal se emplea, son los de peón agrícola en el Régimen Especial Agrario. Las mujeres, por su parte, se dedican a ser envasadoras y manipuladoras de frutas y hortalizas en almacenes de comercialización.
Sin embargo, la crisis actual que padece el país y el consecuente aumento de desempleo provoca que los nuevos contratos en origen haya quedado reducido prácticamente a cero. Así, viendo la progresión de los contratos realizados en origen de la provincia de Almería, se puede extrapolar que ésta ha sufrido un brusco descenso de un 71,5%. “La ley establece que se conceda prioridad a los desempleados que estén inscritos en el Servicio Andaluz de Empleo, lo que sugiere una apuesta por la recolocación interna”, explica Fulgencio Torres, presidente de Hortyfruta.
Sin embargo, muchos de esos demandantes carecen de cualificación suficiente para desempeñar tareas agrícolas, dado que mayormente proceden de la construcción y el sector servicios. De este modo, las organizaciones agrarias han alcanzado un acuerdo con el Ministerio de Trabajo e Inmigración para que, al menos, puedan renovarse los contratos a aquellos trabajadores que han participado en las dos últimas campañas agrícolas.
En cuanto a las mujeres, los datos del estudio revelan que se ha incrementado su papel dentro de la industria de invernadero, hasta alcanzar el 50% de los trabajadores del sector. Así, si hace algunos años, su representación se ceñía a ayudar a sus maridos en las labores agrícolas, ahora han pasado a administrar una de cada tres explotaciones agrarias.
En total, la industria emplea a 110.000 trabajadores localizados en las provincias de Almería y de Granada, que es donde se ubican las hectáreas en las que se producen los principales cultivos hortofrutícolas. De esos empleos, 76.350 están ocupados en las explotaciones agrícolas (cultivo, riego, recolección, etc.), 28.129 en las comercializadoras y 5.517 en la industria auxiliar (semilleros, fabricantes de plásticos, embalajes, maquinaria agrícola, control biológico y control ambiental).
En 2009, este sector facturó más de 2.500 millones de euros, con un volumen de ventas de 2,5 millones de toneladas de productos que abastecen a más del 60% del consumo nacional y a más del 30% de los mercados europeos, alcanzando cotas superiores al 80% durante los meses de invierno.